lunes, 7 de julio de 2008

De geografía

Un muro rosa, y un geranio mece,
bajo el azul, su roja flor sedienta,
y trepa una morada buganvilia.
Un vuelo abierto de palomas blancas
llevan la luz del aire a las palmeras.
Si estoy en Marrakech, me sueño en Elca.
Si en Denia estoy, me alejo hasta Essauira.
El otoño de las rosas
Francisco Brines

1 comentario:

Higinio dijo...

"Ya he dicho que la poesía que más me interesa es la que me habla de la vida, la que me habla de este entrañable y extraño mundo".

"El poeta griego y el de hoy son, en lo fundamental, el mismo, porque la humana conciencia no ha variado en lo esencial, y la existencia está cercada por los mismos enigmas".

"El paso del tiempo, y con él la supuesta adquisición de un mejor oficio, no me ha dado una mayor facilidad de escritura. Ante la hoja en blanco, y con el deseo inaplazable del poema, me siento tan inseguro como en cualquier época anterior de mi vida, y puedo afirmar que siento cada vez mayor la incertidumbre de obtener un buen resultado".

Francisco Brines