Encerrado con los faraonesFinalmente, Abdul nos llevó por la Sharía Mohamed Alí a la antigua mezquita del sultán Hassan, y a la de Babel-Azad, flanqueada por torres, más allá de la cual el pasaje de empinadas paredes asciende hasta la poderosa ciudadela que el propio Saladino hizo construir con piedras de olvidadas pirámides. Atardecía ya cuando escalamos ese peñasco, dimos una vuelta alrededor de la mezquita de Mohamed Alí, y nos asomamos al vertiginoso antepecho, por encima de El Cairo místico..., místico y todo dorado, con sus cúpulas labradas, sus etéreos minaretes y sus jardines replandecientes.Muy por encima de la ciudad se alzaba la gran cúpula romana de un nuevo museo; y más allá- al otro lado del Nilo enigmático y amarillo, padre de dinastías milenarias- acechaban las amenazadoras arenas del desierto de Libia, onduladas, iridiscentes, perversas, llenas de arcanos aún más antiguos.
Traducción de Francisco Torres Oliver
Howard Phillips Lovecraft
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