La cantidad de Américas que he visto yo... Seis años sobre ese barco, cinco, seis viajes por año, de Europa a América y de vuelta, siempre a remojo en el oceáno, cuando bajabas a tierra no podías ni mear derecho en el retrete. Él estaba quieto, él, pero tú, tú seguías oscilando. Porque de un barco hasta se puede bajar, pero del oceáno... Cuando subí tenía diecisiete años. Y solamente había una cosa que me importaba en la vida: tocar la trompeta. Así que cuando salió eso de que estaban buscando gente para el vapor, el Virginian, abajo en el puerto, me puse en la cola. Yo y la trompeta. Enero de 1927. Ya tenemos músicos, dijo el tipo de la Compañía. Lo sé, y me puse a tocar. Se quedó ahí mirándome fijamente sin mover un músculo. Esperó que terminase, sin decir una palabra. Luego me preguntó:
"¿Qué era?"
"No lo sé"
"Se le iluminaron los ojos"
Cuando no sabes lo que es, entonces es jazz.
Novecientos
Alessandro Baricco
2 comentarios:
Excelente, Higinio
Gracias por el regalo, Higinio.
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