martes, 24 de marzo de 2009

Hércules y las Arpías

Hércules y las arpías. Gloria de los Barberini de Pietro da Cortona. (Detalle)
Fuente: Araldo de Luca. Corbis.
Los doce trabajos de Hércules
Capítulo Tercero
El terçero trabajo passó Ércules desechando e apartando las arpías de la mesa del rey Phineo, encogiendo aquéllas en las islas Trofeas, allí do las falló Eneas, segúnd Vergilio en el terçero libro de las Eneidas cuenta. E aquesto, de muchos doctores cogido e istoriales, contesçió así como se sigue.
Fue un rey en Greçia nombrado Phineo e ovo dos mugeres; de la primera tenía fijos e de la segunda non. Aquella segunda, como madrastra, aborresçía los fijos de la primera e buscava muchos achaques por los poner en culpa e fazer caer en yerro, tanto que un día les dixo a cada uno d'ellos apartadamente que durmiesse con ella. E cada uno d'ellos, fiel a su padre, negó de lo fazer e, demás, contáronlo al dicho su padre. E aquesto negó muy desvergonçadamente la madrastra, encargando a los alnados que ellos quisieran cometer aquel yerro, quexándose al marido e afrontándolo de castigo. E Fineo, vençido e más verdaderamente engañado por las palabras compuestas de la muger, conçibió ira contra los proprios fijos non culpables, çegándolos de la corporal vista.
En vengança de aqueste tal fecho fueron los dioses muy irados contra Fineo, penándolo de tanta culpa por esa mesma guisa, e priváronlo de la vista, segúnd él a sus fijos privado avía, que eran inoçentes. E añadieron más a la pena, que las aves infernales, que son dichas arpías, asechasen todavía la mesa del rey Fineo ya dicho, ensuziando aquélla en la ora del su comer con sus inmundiçias e arrebatando las viandas de la real mesa. E con esta quexa e angostura lo fazían bevir en tristeza de vida e más verdaderamente muerte alongada.
La figura de aquestas arpías, segúnd los poetas, es tal: que an la faz virginal, es a saber de fermosa donzella e son aladas en el cuerpo e cubiertas de pluma e tienen los pies armados de agudas uñas, la boca amarilla por fambre. E por mucho que coman, jamás non se fartan.
Sabiendo el virtuoso Ércules qu'el estado de tan alto rey era dinigrado o escuresçido, siquiere amenguado e la su vida nubilada e en cuidado detenida, fue a aquellas partes. E saeteando las dichas arpías con el su poderoso arco, lançólas de la casa o palaçio e del regno de Phineo. Las cuales, non seguras en algunt logar por la erculina temor, se reçeptaron o ençerraron en las islas dichas Trofeas. E los dioses, acatando aqueste acto, movidos de piedat, restituyeron o fizieron cobrar el benefiçio del veer el rey Fineo e a los sus fijos eso mesmo. E así fue librado de tanta pressura el rey Fineo por Ércules, a cuya memoria e alabança fue en las istorias este canonizado, si quiere aprovado en buen enxemplo, trabajo digno de grand recordaçión e loor.
Los doce trabajos de Hércules
Enrique de Villena

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