lunes, 13 de abril de 2009

Cartas de viaje

Margaret Gunness. Pierre Teilhard de Chardin
30 de junio de 1924.-En la estepa, a diez días al Norte de Kalgan

Menos majestuosos, pero de una poesía más profunda, son los laguitos o nors que duermen en el círculo de colinas, donde las grullas, los cisnes, las ocas, las zancudas, los patos preciosos, con colores brillantes, anidan y nadan con tanta libertad como los pájaros de un parque público. Todavía ayer nuestra tienda estaba plantada junto a uno de estos nors. La tarde era deliciosa (hecho bastante raro en este país de clima brutal, donde no pasan cuarenta y ocho horas sin borrasca o tormenta). Contemplaba el sol cayendo sobre los lomos bajos y lisos que cierran el horizonte aquí. En el cielo dorado, una sola nube negra aislada; llovía graciosamente una lluvia violeta.
El viaje se ha terminado sin más incidente que la magnificencia del paisaje al bajar sobre Kalgan. Tras haber andado durante semanas sobre una superficie de lomos ondulados y al salir de una gran depresión pantanosa, llegamos bruscamente al borde de una meseta de ochocientos metros. Bajo nosotros, un caos de cimas rocosas y cortadas (¡las montañas por debajo del llano!) y luego la cinta verde de los anchos valles fecundos: así nos pareció, como una decoración completamente nueva, China, la "Gran Brillante", como dicen los antiguos mongoles, fascinados por la Tierra Prometida, de donde les excluía la Gran Muralla.

Cartas de viaje
Pierre Teilhard de Chardin

No hay comentarios: