Los doce trabajos de HérculesLos doce trabajos de HérculesFue el noveno trabajo de Hércules quando luchó con Antheo el gigante y lo venció y mató.
Capítulo nueve
Cómo el gigante Antheo fue derribado y muerto
Estado de maestro.
Esta historia ha en sus libros puesto singular y elegantemente Lucano en el iiij libro y pone la historia concordablemente por esta guisa: fue un grand gigante en África llamado Antheo que por su fuerça vencía las fieras vestias. Caçava a mano los bravos leones y los osos fieros afogava entre sus braços. E avía por morada una grand cueva cuyas alturas y anchuras se estendían tanto que más templo que cueva parescía. Este Antheo gastava y comía toda aquella región, no solamente las bestias más aún los ombres, ocupando con violencia la señoría de Libia. Éste desviava de los más continuos puertos los mercadores y mareantes. No aviendo llena seguridad ni podiendo d’él confiar que muchas vezes y a muchos la fee y segurança fallescido avía, cesava por ende el contractar y meneo de la mercaduría. Éste no consentía castigos ni consejos y aborrescía los estudios y ombres de sciencia y mucho más de buenas costumbres. Tanta inhumanidad usó que ovo lugar que las escuelas peresciesen y los buenos usos no fuesen en plática. Tanto duró el mal fazer deste que la fama dello se estendió por el mundo fasta la noticia o sabiduría de Hércules venir que abominava y aborrescía las bestiales costumbres. Onde por quitar del mundo tan peligroso embargo y esquivar tan raygado mal pasó en África no dubdando el no cierto camino del mar ni el grand apartamiento de la tierra y el calor sobejano que en ella faze y mucho menos la fuerça de Antheo. Antes confiava aquella seguramente sobrar. Así andubo fasta que pervinor allegó a las riberas de Libia con viento suave y tiempo seguro. E tomada tierra o salido en ella, luego sin miedo fue /fo. XVIII r/ a la grand cueva do el gigante Antheo morava. El qual sintiendo el ruydo de la venida de Hércules y de sus gentes, salió fuera cuydando que fuesen bestias de las que él usava devorar o comer e visto el nuevo a el ombre Hércules menospreciólo, maravillándose de su venida y osadía. Hércules, por el su atrevimiento no dexó luego de se abrasçar fuerte con el dicho Antheo con catadura sañuda y corasçón esforçado, cuydándose Antheo muy aína a Hércules pudiese comer y falló embargo y guarnido de fuerça contradizimiento en la su reziedumbre. Duró grande parte del día en luchar y aún no se conoscía qual dellos avía lo mejor. A la fin Hércules començó a sobrar al gigante Antheo en tanto que ya por fuerça contradezir no lo podía. Entonce usó de su engaño manera y propiedad, así como aquel que era fijo de la tierra della y por ella engendrado y concebido, aviendo por eso tal virtud que toda hora que tañía la tierra con su mano, segund algunos dizen, recobrava nueva fuerça y perdía todo cansamiento. Así fue entonces faziéndose cahedizo, tañió la tierra con sus manos. E cresció en él la fuerça en tal guisa que, quando Hércules cuydava a verlo ya alcançando, fallólo con nueva fuerça, de que fue maravillado, no sabiendo la razón o caso. Esto fizo Antheo por algunas vezes fasta que Hércules entendió que adrede se dexava caher y por eso cobrava la fuerça tañiendo la tierra madre suya. Abraçólo por la cinta o costado y alcançó de tierra dexándole caher de espaldas, teñiendo a Antheo encima de sí, en manera que a la tierra llegar no pudiese. Así teniéndolo apretólo tan fuertemente por luengo espacio que le fizo perder la vida apartando la diabólica ánima de aquel tan iniquo y disforme cuerpo. Así fue librado aquel reyno y tierra de la angustia en que Antheo el gigante la tenía y después por Hércules retornada y restituída a la civilidad del bevir. De allí adelante, los libianos ovieron este trabajo en grand reverencia y recordación de Hércules de quien tanto rescebido avían beneficio escriviéndolo en sus historias a consolación de los sucessores.
(Edición de Eva Soler Sasera)
Enrique de Villena
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