viernes, 3 de julio de 2009

Una vez desnudas, como más me gustan las mujeres es de espaldas.

Félix-Jacques Moulin: Nu féninin allongé, Amélie.Fuente: Wikipedia
Amor se escribe sin hache
(Novela casi cosmopolita)
El amor y las mujeres
Sólo en un aspecto es la mujer inferior al hombre. En el aspecto de que estando en la obligación de personificar la ternura, la paz, la comprensión, la dulzura, la paciencia; estando en el deber de alegrarle y facilitarle la vida al hombre, se esfuerza en hacer todo lo contrario. (Y a causa de esto, es digna de las censuras más agrias.)
El hombre, ofuscado y cegado por la belleza femenina, ha exaltado a la mujer, sin pararse a considerar su imperdonable conducta en la vida. Ha sido, pues, el hombre el principal culpable de que sea la mujer como es y aun de estropearla todavía más; pues en fuerza de elogiarla, de considerarla como el eje del Mundo y de rendir su cerebro ante sus pantorrillas, ha obtenido el triste resultado de que cualquier estupidilla, sin otro bagaje que unos ojos bonitos, se crea superior a cuanto la rodea.
No soy un misógino: sin la compañía, sin la presencia de las mujeres no podría vivir; me gustan por encima de la salvación de mi alma. Lo que no hago, al menos por ahora, es entregarles el corazón, porque cada vez que lo entregué me rompieron un pedazo, y lo necesito entero para la metódica circulación de mi sangre. (Las mujeres no nos rompen el corazón porque dejen de amarnos, pues difícilmente puede encontrarse un ser que desarrolle la fidelidad pétrea que desarrolla la mujer. Nos rompen el corazón mostrándosenos, de pronto, meridianamente distintas a como las creíamos.) Mi conducta es, pues, con respecto a las mujeres, igual a las de las amas de casa, que no dejan la vajilla buena en manos de la criada que acaba de llegar del pueblo, porque saben que se la descabalarían. Y, en cambio, se la confían sin miedo a una doncella experimentada.

Acabaré este capitulín de las mujeres con dos observaciones intrascendentes:

Primera.- Como más me gustan las mujeres es desnudas.

Segunda.- Una vez desnudas, como más me gustan las mujeres es de espaldas.
Amor se escribe sin hache
Enrique jardiel Poncela

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