He leído relatos de viajes y comprendo que muy poca gente entiende el arte de viajar. A buen seguro, el hombre que sabe cómo viajar no se atemorizará ante un largo viaje para ver todas las cosas de la tierra y el mar y explorar toda su grandeza y misterio. Pero cierto talento en su pecho y cierta visión bajo sus cejas le dicen que no es necesario ir a todos los lugares bellos y famosos de la tierra y el mar a fin de explorar las maravillas y misterios de la naturaleza. Un día va a una caverna de piedra usando una gran cantidad de la energía de sus piernas, sus ojos y su mente, y una vez que lo ha hecho va otra vez al día siguiente a otro lugar bendito y pierde algo más de energía de las piernas, los ojos y la mente. Los que no le comprendan dirán: "¡Qué ratos maravillosos habrá pasado usted, con sus visitas de estos días! Después de ver una caverna de piedra, ha ido a visitar otro lugar bendito". No han comprendido nada. Porque hay cierta distancia entre los dos lugares que ha visitado, acaso veinte o treinta li, o quizás ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos li, o quizás un sólo ti, o apenas medio ti. Con ese talento especial en el pecho y esa visión especial bajo las cejas ¿no ha mirado acaso a esa distancia de un li o medio ti en la misma forma que ha mirado a la caverna de piedra y al lugar bendito?
El arte de viajar
Chin Shengt'an
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