-Cielo de algodón. La bruma envuelve la carretera.
Antes que el libro, el año se termina en el olvido de todo lo que el instante nos haya negado.
¿Para qué ensañarnos con nosotros mismos? Todo es sencillo. Existir, al igual que morir.
Tantas nubes amenazan el mundo..., pero el viento las ahuyenta. ¿El futuro nos promete por fin vivir una hora de gozo legal?
Mira hacia adelante. ¿Qué ves?
-Veo un camino y un hombre que se aleja. Está solo.
-¿Cómo es?
-Intento inventarle un rostro, pues sólo lo veo de espaldas.
-¿Quién es?
-Un extranjero seguramente con, bajo el brazo, un libro de pequeño formato.
Antes que el libro, el año se termina en el olvido de todo lo que el instante nos haya negado.
¿Para qué ensañarnos con nosotros mismos? Todo es sencillo. Existir, al igual que morir.
Tantas nubes amenazan el mundo..., pero el viento las ahuyenta. ¿El futuro nos promete por fin vivir una hora de gozo legal?
Mira hacia adelante. ¿Qué ves?
-Veo un camino y un hombre que se aleja. Está solo.
-¿Cómo es?
-Intento inventarle un rostro, pues sólo lo veo de espaldas.
-¿Quién es?
-Un extranjero seguramente con, bajo el brazo, un libro de pequeño formato.
Traducción de Cristina González de Uriarte y Maryse Privat.
Un extranjero con, bajo el brazo, un libro de pequeño formato
Edmond Jabès
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