¿Quién es ese tercero que anda siempre a tu lado?
Cuando cuento, sólo estamos tú y yo juntos
pero veo frente a mí, por el camino blanco,
siempre a otro que camina a tu lado,
deslizándose cubierto por un manto pardo,
embozado, no sé si es hombre o mujer
-¿pero quién es ese que va a tu vera?
Nota de Eliot:
Estos versos fueron sugeridos por el relato de una de las expediciones al Antártico (he olvidado cuál, pero creo que es una de las de Shackleton): en ella relata que el grupo de exploradores, llegados al extremo de sus fuerzas, tenían la continua impresión de que había entre ellos uno más de los que en rigor podían contar.
Traducción de Juan Malpartida.
La tierra baldía
Thomas S. Eliot
4 comentarios:
¡Rediós, higinio, es la misma sensación que tengo cuando deambulamos tú y yo por la ciudad! ¿Quién es el que tenemos al lado? ¿O es simplemente la proyección al exterior de mi mente calenturienta?
Vamos, dime que tú también has advertido esa presencia, la presencia de un tercero que se nos pega mientras andamos, se sienta a tomar algo con nosotros sin que le invitemos, nos interpela, nos abruma con sus incomprensibles asuntos de internet, y al final desaparece en la noche sin identificarse. ¡Ayúdame!
Soy "el que acecha en el umbral" (The Thing on the Doorstep)
Aclarado el misterio de "El tercer hombre", hay un cuarto, el lacayo del conde de Santa Marina, que es el vigía de vuestro deambular, mientras el conde, sigilosamente hace en vuestras casas, lo que vosotros deberíais estar haciendo: ¡ESCRIBIR, Rediós!
¡Dios Bendito! ¡Qué recua!
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