Y existe, claro que existe, es tan simple como el horizonte. la única pega es que nunca se llega a él, cuanto más te aproximas más se aleja. Es una mentira óptica, como el resto de realidades que creemos ver.
Muy aguda, El patio. Sin concesiones ni espejismos, te "cargas" el testimonio de un pobre monje medieval, que quizás no supo expresarse bien, sobre lo que le pasó la única noche en que dejó el estado de celibato.
Acabáramos, ahora lo entiendo. Pero tal creencia es porque, sin duda, se trataría de la primera y única vez. Lo ideal sería hallarse eternamente en ese lugar, pero me temo que eso es también un espejismo, o una utopía.
O alcanzar, el "lugar" en que se da ese "preciso momento", "esa primera y única vez", la velocidad de la luz, instante en el que todo continua idéntico, hasta el fin de la eternidad.
Lo diría nuestro admirado poeta Omar Jayyam, los fenómenos celestiales, astronómicos son estados personales de conciencia, bueno, dígamos que él lo habría expresado con más belleza y verdad. Ésa es la sensación que me produce a mí este encuentro para el dulce monje perdido en los tiempos. Y para el fascinante Camille Flammarion, otro hombre de Ciencia y de Letras, del Misterio y de la transgresión, parece que ese encuentro es la alegría del hombre que ama la astrología y levanta el suave manto azul para deslumbrarse por las estrellas, qué hermoso. Flammarion fue a la par de un destacado y precursor astrónomo, escritor de relatos de ciencia ficción, espirita, amigo de Allan Kardec, y también un estudio de métodos de hipnosis y del subconsciente. Un visionario que supone vislumbrar la belleza de la astronomía y de lo sobrenatural. Apasionante una vez más, la entrada que nos presentas. ¡Menudos personajes nos traes! Cuánto disfruto siempre leyéndote y aprendiendo por aquí. Espero que felices sean la estrellas que te observen ocultas bajo el delgado manto azul que tan grueso aparece a nuestros ojos. Un abrazo, querido Ar Lor.
Tienes razón Elena, "los fenómenos celestiales, astronómicos son estados personales de conciencia. El maravilloso Norwood Russell Hanson ya dijo que el poeta y el astrómo, no ven el mísmo mundo. (Salvo Jayyam que era ambas cosas). Y Elena esta frase que me regalas, no es para mí, es apropiada para ti :Espero que felices sean la estrellas que te observen ocultas bajo el delgado manto azul que tan grueso aparece a nuestros ojos. Un beso celestial, Elena
6 comentarios:
Y existe, claro que existe, es tan simple como el horizonte. la única pega es que nunca se llega a él, cuanto más te aproximas más se aleja. Es una mentira óptica, como el resto de realidades que creemos ver.
Muy aguda, El patio. Sin concesiones ni espejismos, te "cargas" el testimonio de un pobre monje medieval, que quizás no supo expresarse bien, sobre lo que le pasó la única noche en que dejó el estado de celibato.
Acabáramos, ahora lo entiendo. Pero tal creencia es porque, sin duda, se trataría de la primera y única vez.
Lo ideal sería hallarse eternamente en ese lugar, pero me temo que eso es también un espejismo, o una utopía.
O alcanzar, el "lugar" en que se da ese "preciso momento", "esa primera y única vez", la velocidad de la luz, instante en el que todo continua idéntico, hasta el fin de la eternidad.
Lo diría nuestro admirado poeta Omar Jayyam, los fenómenos celestiales, astronómicos son estados personales de conciencia, bueno, dígamos que él lo habría expresado con más belleza y verdad. Ésa es la sensación que me produce a mí este encuentro para el dulce monje perdido en los tiempos.
Y para el fascinante Camille Flammarion, otro hombre de Ciencia y de Letras, del Misterio y de la transgresión, parece que ese encuentro es la alegría del hombre que ama la astrología y levanta el suave manto azul para deslumbrarse por las estrellas, qué hermoso.
Flammarion fue a la par de un destacado y precursor astrónomo, escritor de relatos de ciencia ficción, espirita, amigo de Allan Kardec, y también un estudio de métodos de hipnosis y del subconsciente. Un visionario que supone vislumbrar la belleza de la astronomía y de lo sobrenatural.
Apasionante una vez más, la entrada que nos presentas. ¡Menudos personajes nos traes!
Cuánto disfruto siempre leyéndote y aprendiendo por aquí.
Espero que felices sean la estrellas que te observen ocultas bajo el delgado manto azul que tan grueso aparece a nuestros ojos.
Un abrazo, querido Ar Lor.
Tienes razón Elena, "los fenómenos celestiales, astronómicos son estados personales de conciencia.
El maravilloso Norwood Russell Hanson ya dijo que el poeta y el astrómo, no ven el mísmo mundo.
(Salvo Jayyam que era ambas cosas).
Y Elena esta frase que me regalas, no es para mí, es apropiada para ti :Espero que felices sean la estrellas que te observen ocultas bajo el delgado manto azul que tan grueso aparece a nuestros ojos.
Un beso celestial, Elena
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