PELUQUERO PARA SEÑORAS QUISQUILLOSAS
Detener una mañana en sus camas, sin decir nada, a tres mil damas y caballeros del Kurfürstendamm, y tenerlos veinticuatro horas en la cárcel. Distribuir a medianoche, en las celdas, un cuestionario sobre la pena de muerte, pidiendo a sus firmantes que indiquen el tipo de ejecución que, llegado el caso, elegirían a título personal. Quienes hasta entonces solían expresarse "según su leal entender" y sin que nadie se lo pidiera, tendrían que rellenar ese documento bajo estricta vigilancia y "según su leal saber". Antes del amanecer, sagrado desde siempre, pero consagrado en este país al verdugo, se habría esclarecido la cuestión de la pena de muerte.
Dirección única
Walter Benjamin
1 comentario:
Ese mamotreto que lucía peluquín a modo de bandera que hacía elevar las manos como lanzas y volaba las miradas a su nombre llegó barbaramente lejos en vida - aunque debió de haber acabado mucho antes por otros tantos millones -hasta dónde querría llegar ese .. -. Como W.Benjamin que se quedaron donde nunca quisieron, también en vida.
"Guerra" dicen: esos otros sentimientos del hombre, traición, lealtad, sacrificio; -y- .. es duro, pero tendría que haber visita obligada a los campos de exterminio, ¿cómo pueden decir algunos eso y quedarse tan anchos? Yo no he ido a ninguno y no me hace ninguna falta. Y esos sentimientos de los habla, bla,bla y bla ..
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