De la gran ciudad maya sobreviven
arcos
desmanteladas construcciones
vencidas
por la ferocidad de la maleza
En lo alto el cielo en que se ahogaron sus dioses
Las ruinas tienen
el color de la arena
Parecen cuevas
ahondadas en montañas
que ya no existen
De tanta vida que hubo aquí
de tanta
grandeza derrumbada
sólo perduran
las pasajeras flores que no cambian
Islas a la deriva (1976)
José Emilio Pacheco
2 comentarios:
Gran verdad triste y hermosa, genial José E. Pacheco.
Besazos Higinio.
Francisco de Quevedo nos dice lo mismo que Pacheco sobre la ciudad del Tíber:
¡Oh Roma en tu grandeza, en tu hermosura,huyó lo que era firme y solamente lo fugitivo permanece y dura!
Un fuerte abrazo, amiga Carla.
Publicar un comentario