Walter Benjamin. Dirección única.
La fuerza de una carretera varía
según se la recorra a pie o se la sobrevuele en aeroplano. Así también,
la fuerza de un texto varía según sea leído o copiado. Quien vuela, sólo
ve cómo la carretera va deslizándose por el paisaje y se desdevana ante
sus ojos siguiendo las mismas leyes del terreno circundante. Tan sólo
quien recorre a pie una carretera advierte su dominio y descubre cómo en
ese mismo terreno, que para el aviador no es más que una llanura
desplegada, la carretera, en cada una de sus curvas, va ordenando el
despliegue de lejanías, calveros y perspectivas como la voz de mando de
un oficial hace salir a los soldados de sus filas. Del mismo modo, sólo
el texto copiado puede dar órdenes al alma de quien lo está trabajando,
mientras que el simple lector jamás conocerá los nuevos paisajes que,
dentro de él, va convocando el texto, esa carretera que atraviesa su
cada vez más densa selva interior: porque el lector obedece al
movimiento de su Yo en el libre espacio aéreo del ensueño, mientras que
el copista deja que el texto le dé órdenes. De ahí que la costumbre
china de copiar libros fuera una garantía incomparable de cultura
literaria, y la copia, una clave para penetrar en los enigmas de la
China.
Traducción de Juan J. del Solar y Mercedes Allendesalazar
Dirección única
Walter Benjamin
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