Tang Wei Min. (Sin título).
Dsou Chi, del Reino de Chi, tenía seis pies de altura y figura esbelta. Una mañana se vistió elegantemente, y se contempló en el espejo.
-¿Quién es más hermoso? -preguntó a su mujer-, ¿el señor Shui de la ciudad del Norte, o yo?
-Tú eres tan hermoso -contestó su mujer-, ¿cómo puedes compararte con el señor Shui?
Pero ya que el señor Shui de la ciudad del Norte es tan famoso en todo el país, por lo bien parecido, Dsou Chi no creyó del todo a su mujer. Repitió la pregunta a su concubina.
-¿Cómo se puede comparar el señor Shui contigo? -exclamó la concubina.
Más tarde, aquella mañana, llegó un visitante y Dsou Chi le hizo la pregunta.
-Usted es mucho más hermoso que él -replicó este hombre.
Al día siguiente, llegó el señor Shui en persona. Tras un análisis cuidadoso, Dsou Chi se convenció que el señor Shui era mucho mejor parecido que él. Se estudió frente al espejo y no dudó que él era de los dos el menos buen mozo.
Esa noche, en su lecho, llegó a la siguiente conclusión: mi mujer dice que soy el más hermoso, porque me lisonjea. Mi concubina lo dice por temor. Y mi huésped lo afirma porque necesita algo de mí.
Anécdotas de los Reinos Combatientes
Traducción: Retórica EdicionesFábulas chinas. Antología
P. Wei Chin-Chi. (Recopilador)
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