Akageno Saru. Noche estrellada, 2012.
1. El punto de partida
¿El mundo entero? ¿El universo entero? Arriba, la oscuridad reveló una estrella. Una trémula flecha de luz, proyectada quién sabe cuántos miles de años atrás, ahora alcanzaba mis nervios como un punto visible, y me estremecía. ¿Pues qué podía significar nuestra comunidad, frágil, evanescente, fortuita, en un universo semejante?
Pero, irracionalmente, sentí en mí una rara reverencia, no hacia el astro, un simple fuego que la distancia santificaba falsamente, sino hacia otra cosa, algo que mi corazón descubría en aquel terrible contraste entre la estrella y nosotros. Sin embargo, ¿qué podía ser eso? La inteligencia, mirando más allá del astro, no descubría ningún Hacedor de Estrellas, sólo oscuridad; ningún Amor, ningún Poder siquiera, sólo nada. Y sin embargo, el corazón parecía cantar una alabanza.
Traducción de Gregorio Lemos
Hacedor de estrellas (1937)
Olaf Stapledon
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