Rincón de la Ciudad Prohibida, Pekín. Ilustración de Wikimedia Commons.
Columnas de madera
con su laca remota
como sangre del tiempo
girando sin cesar.
Y, en medio de sus múltiples
largos tejados lentos,
un solo prisionero,
al que quienes le temen
llaman emperador.
Toda mi vida ha sido
como es este palacio:
lo prohibido en ella
he sido sólo yo.
Pasos en la nieve (2004)
Jaime Siles
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