viernes, 15 de agosto de 2008

Bou-Saada, 28 de enero de 1903, miércoles

Dejé Argel el lunes 26. Llegué a Bou-Saada el 27.
Hoy, después de ir esta mañana a la Oficina Árabe, me fui a pasear por la ciudad árabe, y por el río en el que las lavanderas indígenas parecen pinceladas azules y rojas de una viveza de tonos chillones increíble. En las colinas de alrededor nada ha crecido, siguen tan ariscas y desnudas como en verano.
Mañana por la mañana iré a El Hamel. Parece decidido ya mi viaje a Boghari. Es a través de una región que no conozco, Had Sahari, cuyo nombre me gusta, y que está muy perdida, casi recóndita.
Los diarios de una nómada apasionada
Isabelle Eberhardt

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