viernes, 26 de septiembre de 2008

El Método Bokanovsky

Adolphe Millot: Oeuf
BRAVE NEW WORLD
Chapter One
Responds by budding. The pencils were busy.
He pointed. On a very slowly moving band a rack-full of test-tubes was entering a large metal box, another, rack-full was emerging. Machinery faintly purred. It took eight minutes for the tubes to go through, he told them. Eight minutes of hard X-rays being about as much as an egg can stand. A few died; of the rest, the least susceptible divided into two; most put out four buds; some eight; all were returned to the incubators, where the buds began to develop; then, after two days, were suddenly chilled, chilled and checked. Two, four, eight, the buds in their turn budded; and having budded were dosed almost to death with alcohol; consequently burgeoned again and having budded–bud out of bud out of bud–were thereafter–further arrest being generally fatal–left to develop in peace. By which time the original egg was in a fair way to becoming anything from eight to ninety-six embryos– a prodigious improvement, you will agree, on nature. Identical twins–but not in piddling twos and threes as in the old viviparous days, when an egg would sometimes accidentally divide; actually by dozens, by scores at a time.
"Scores," the Director repeated and flung out his arms, as though he were distributing largesse. "Scores."
But one of the students was fool enough to ask where the advantage lay.
"My good boy!" The Director wheeled sharply round on him. "Can't you see? Can't you see?" He raised a hand; his expression was solemn. "Bokanovsky's Process is one of the major instruments of social stability!"
Major instruments of social stability.

Un mundo feliz
Capítulo primero
Reacciona echando brotes. Los lápices corrían.
El director señaló a un lado. En una ancha cinta que se movía con gran lentitud, un portatubos enteramente cargado se introducía en una vasta caja de metal, de cuyo extremo emergía otro portatubos igualmente repleto. El mecanismo producía un débil zumbido. El director explicó que los tubos de ensayo tardaban ocho minutos en atravesar aquella cámara metálica. Ocho minutos de rayos X era lo máximo que los óvulos podían soportar.
Unos pocos morían; de los restantes, los menos aptos se dividían en dos; después a las incubadoras, donde los nuevos brotes empezaban a desarrollarse; luego, al cabo de dos días, se les sometía a un proceso de congelación y se detenía su crecimiento. Dos, cuatro, ocho, los brotes, a su vez, echaban nuevos brotes; después se les administraba una dosis casi letal de alcohol; como consecuencia de ello, volvían a subdividirse – brotes de brotes de brotes – y después se les dejaba desarrollar en paz, puesto que una nueva detención en su crecimiento solía resultar fatal. Pero, a aquellas alturas, el óvulo original se había convertido en un número de embriones que oscilaba entre ocho y noventa y seis, un prodigioso adelanto, hay que reconocerlo, con respecto a la Naturaleza. Mellizos idénticos, pero no en ridículas parejas, o de tres en tres, como en los viejos tiempos vivíparos, cuando un óvulo se escindía de vez en cuando, accidentalmente; mellizos por docenas, por veintenas a un tiempo.
– Veintenas – repitió el director; y abrió los brazos como distribuyendo generosas dádivas. – Veintenas.
Pero uno de los estudiantes fue lo bastante estúpido para preguntar en qué consistía la ventaja, – ¡Pero, hijo mío! – exclamó el director, volviéndose bruscamente hacia él. – ¿De veras no lo comprende? ¿No puede comprenderlo? – Levantó una mano, con expresión solemne. – El Método Bokanovsky es uno de los mayores instrumentos de la estabilidad social.
Uno de los mayores instrumentos de la estabilidad social.

Un mundo feliz
(Traducción de Ramón Hernández)
Aldous Huxley

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