Don Quijote de la ManchaDon Quijote de La Mancha
PRIMERA PARTE
Capítulo LII
EL MONICONGO, ACADÉMICO
DE LA ARGAMASILLA, A LA SEPULTURA
DE DON QUIJOTE
Epitafio
El calvatrueno que adornó a la Mancha
de más despojos que Jasón de Creta,
el jüicio que tuvo la veleta
aguda donde fuera mejor ancha;
el brazo que su fuerza tanto ensancha,
que llegó del Catay hasta Gaeta;
la musa más horrenda y más discreta
que grabó versos en broncínea plancha;
el que a cola dejó los Amadises,
y en muy poquito a Galaores tuvo,
estribando en su amor y bizarría,
el que hizo callar los Belianises,
aquél que en Rocinante errando anduvo,
yace debajo de esta losa fría.
(Edición del Instituto Cervantes
Dirigida por Francisco Rico)
Miguel de Cervantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario