Michal Swider. Kyrie.
Preguntó la muchacha al forastero:
-¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.
Contestó el peregrino:-Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.
Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego
y aproximó en la sombra su voz al forastero:
-¡Tócame! -dijo-, ¡Conocerás la noche!
La noche es una mujer desconocida
Pablo Antonio Cuadra
2 comentarios:
Aquella noche era un eco o eran dos ecos: un deseo de muchacha y la voz de un poeta.
Salud
Francesc Cornadó
El deseo es poderoso. Deseo y voluntad unidos casi indestructibles. El poeta no dormirá esa noche bajo las estrellas.
Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.
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