Vladimir Kush. Descendiendo al Mediterráneo.
Algunas veces los poetas salen de viaje,
entonces usan oscuras boinas, sandalias o bufandas.
Saludan ansiosamente,
y fornican con las más hermosas e imaginadas mujeres...
luego caminan por el Boul'Mich y escriben
enormes reportajes
que las revistas importantes nunca publican.
Pero otras veces sufren, son enviados
a prisiones, junto a algún camarada
comen salchichas, cebolla, pan y papas fritas.
Los poetas, decididamente, conocen muchas cosas
en los viajes:
alguien me lo advirtió
abandonando un barco en Copenhague.
Apuntes para un pequeño viaje
César López
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