Kikugawa Eizan. Cortesana leyendo, 1812.
31. Viajando en mi carruaje un día...
Viajando en mi carruaje un día, pasé delante de la casa de un caballero en la que alguien, probablemente un sirviente, estaba extendiendo esteras de paja en el suelo. Me fijé también en un niño que tendría diez años, con largo cabello suelto que caía sobre su espalda y en otro niño de cinco años, cuyo cabello estaba apretado bajo su chaqueta y cuyas mejillas eran redondas y rosadas. El niño sostenía un gracioso arquito y una especie de vara. Todo esto era adorable. ¡Cómo me hubiera gustado detener el carruaje, tomar a los dos niños y llevarlos conmigo!
Prosiguiendo mi camino llegué a otra cosa. Estaban quemando incienso y la fragancia perduraba en el aire.
Traducción de María Kodama y Jorge Luis Borges
El libro de la almohada
Sei Shonagon
2 comentarios:
Grande Jayyam y entre mis lecturas favoritas y constantes.
http://ellaberintogrotesco.blogspot.com.es/2014/05/omar-jayyam-o-cuando-la-nada-es-algo.html
Recientemente la editorial Renacimiento ha publicado "Caravaba y desierto".
Saludos.
Por supuesto, quise decir "Caravana y desierto". Perdón por la letra que no debió meterse.
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