Gabriel Celaya. Memorias inmemoriales.
Estoy fuera del mundo, paseando. Lo más sencillo es lo más sorprendente. Yo, por ejemplo, me saludo a mí mismo como si fuera otro, no me entiendo. Me creo en cierto modo (porque soy el que soy, está claro) mas a veces yo no soy yo sino una luz que traspasa mi materia y mi conciencia. Estoy solo en el mundo. Y eso sería todo si se entendiera en verdad lo que es la soledad absoluta.
Estoy donde nada debería existir. Y. sin embargo, yo existo. Y soy absolutamente feliz por eso: Terrible y felicísimo como un dios arcaico y cruel.
Memorias inmemoriales (1980)
Gabriel Celaya
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