Frank E. Beddard. Historia Natural, Cambridge. Mammalia Fig 118.
WILSON, Pilcer y Snack estaban ante el elefante del zoológico. Wilson dijo: "¿Cuál es su nombre? ¿Es de Asia o de África? ¿Quién le da de comer? ¿Es macho o hembra? ¿Cuántos años tiene? ¿Dan a luz cachorros gemelos? ¿Cuánto cuesta alimentarlos? ¿Cuánto pesa? Si muere, ¿cuánto costaría otro? Si muere, ¿para qué utilizarán los huesos, la grasa y la piel? ¿Para qué sirve además de servir para mirarlo?"
Pilcer no hizo ninguna pregunta; murmuraba para sí mismo: "Es por sí solo una casa, con paredes y ventanas; las orejas salieron de un alto maizal, a fe mía; se levanta como un puente sobre aguas profundas; la cara es triste y los ojos son bondadosos; sé que los elefantes son buenos con los niños pequeños."
Snack miraba de arriba abajo y por fin se dijo: "Por fuera es un rudo pillastre y diría que tiene un corazón fuerte, diría que por dentro es fuerte como una caldera remachada de cobre."
No surgió ninguna discusión entre ellos.
No se echaron nada en cara.
Tres hombres vieron el elefante de tres maneras.
Y así quedó la cosa.
No echaron a perder una soleada tarde de domingo.
"El domingo sólo viene una vez a la semana", se dijeron.
Traducción de Agustí Bartra
Los elefantes son diferentes para diferentes personas
Carl Sandburg
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