jueves, 30 de septiembre de 2010

Derechos del lector

Fashion. Moda. Fotografía de Bruno Dayan.

Hasta aquí el "libro".
Pasemos al lector.
Porque, más instructiva aún que nuestra manera de tratar nuestros libros, es nuestra manera de leerlos.
En materia de lectura, nosotros, "lectores", nos permitimos todos los derechos, comenzando por aquellos que negamos a los jóvenes a los que pretendemos iniciar en la lectura.

1) El derecho a no leer.
2) El derecho a saltarnos las páginas.
3) El derecho a no terminar un libro.
4) El derecho a releer.
5) El derecho a leer cualquier cosa.
6) El derecho al bovarismo.
7) El derecho a leer en cualquier sitio.
8) El derecho a hojear.
9) El derecho a leer en voz alta.
10) El derecho a callarnos.

Me limitaré arbitrariamente al número 10, en primer lugar porque es un número redondo, y después porque es el número sagrado de los famosos Mandamientos y es divertido verlo utilizado por una vez para una lista de autorizaciones.
Porque si queremos que mi hijo, que mi hija, que la juventud lea, es urgente que les concedamos los derechos que nosotros nos permitimos.

Traducción de Joaquín Jordá

Como una novela
Daniel Pennac

El muladar

Leonados en muladar:javier milla
El muladar
VIII
******
Finalmente, un aspecto maravilloso del lugar: la existencia de bestias fantásticas. Las extrañas huellas que aparecen en el barro del camino y que no son de perro ni de zorro pero sí de cánido y el tajo hecho en el cuello de una caballería recién muerta y que forma una especie de recipiente. La prolongada narración de historias fabulosas hechas por personas tradicionalmente mentirosas que apuntan a un mamífero de cuatro patas de sorprendente color blanco al que nunca alcanzan los perros al perseguirlo por los bosques. También, un animal como un gato grande de inmensa cabeza y mirada fulminante al que cierto leñador que no era de la zona llamó “clavo”. Ellos, o él, cortan como si se tratara de manteca con las garras o los dientes las zonas calientes del recién muerto y lo hacen de tal modo que la sangre no se derrama, se almacena como en una taza. Nunca concurren. Se evitan. Se excluyen. El gran lobo vive en la parte clareada del bosque, incluso en bosquetes de repoblación y el lince boreal baja de las alturas, del monte de erizones, aliagas y bojes donde los árboles son escasos y la nieve perdura. Hay determinadas partes de los relatos que parecen aproximarse a determinada realidad pero enseguida se entrecruzan tanto que es imposible distinguir los contornos de las formas y de los comportamientos de unas especies que nadie sabe si realmente existieron.
El muladar
Letras libres, Nº. 81, 2008 , pags. 14-17

Francisco Ferrer Lerín

miércoles, 29 de septiembre de 2010

El paseo

Pablo Gallo. Retrato de Robert Walser, 2009.

A la vista de un fino y envarado caballero, que paseaba en extremo arreglado con arrogante contoneo, tuve el melancólico pensamiento: "¿Y los pobres niños pequeños, abandonados y mal vestidos? ¿Es posible que un caballero tan bien vestido, magníficamente arreglado, brillantemente equipado y tapizado, cubierto de anillos y adornos, vestido de punta en blanco, no piense un instante en las pobres criaturas que a menudo andan vestidas de harapos, revelan triste falta de cuidado y limpieza y están lamentablemente abandonadas? ¿No se avergüenza ni un poquito el pavo? ¿No se siente afectado en absoluto el señor adulto que tan elegante camina a la vista de los sucios y manchados pequeños? Tengo para mí que ningún adulto debería mostrar placer en presentarse arreglado mientras haya niños a los que falte todo adorno exterior".
Pero se podría decir, con la misma razón, que nadie debería ir a un concierto o a una representación teatral o gozar de cualquier otra diversión mientras haya en el mundo cárceles e institutos penitenciarios con desdichados presos. Naturalmente, esto es ir demasiado lejos. Y si alguien quisiera aplazar el goce y toda alegría de vivir hasta que el mundo no tuviera por fin gente pobre y desdichada, tendría que esperar hasta el gris e impensable Día del Juicio y hasta el gélido y yermo Fin del Mundo, y para entonces puede que el placer y la vida misma se le hubieran pasado por completo.

El paseo
Robert Walser

martes, 28 de septiembre de 2010

Definición de poema

Ma Kuang. Poema de la Dinastía Tang.

Un poema es esencialmente un objeto verbal forjado para permanecer en la memoria

Los discursos del gusto
Francisco Rico

lunes, 27 de septiembre de 2010

Aparta los restos de otra espuma de sus hombros

Aphrodite kallipygos.Fuente:mlhanas
Gel

    Preparo la toalla. Me descalzo. Esa esponja       
    porosa y amarilla que compré en un mercado       
    obsceno de turistas en la isla de Hydra       
    qué dócil bajo el agua cotidiana       
    tantos meses después, en el exilio.       
    De pronto el gel recuerda -su claridad lechosa,       
    su consistencia exacta- el esperma del mito,       
    el cuerpo primitivo y trastornado de Urano,       
    un susurro de olas mar adentro       
    y una diosa que aparta       
    los restos de otra espuma de sus hombros.       
    Me punza una emoción tan anacrónica,       
    un penoso latir, hondo y absurdo,       
    por ese mar. Por ese sólo mar. Busco una dosis       
    de mares sucedáneos.       
    Cómo podría desintoxicarme.       
    Dependo de por vida       
    de una droga. De Grecia.
Antología poética
De Carpe Noctem

Aurora Luque

domingo, 26 de septiembre de 2010

Ad Astra

Rowena Morrill. Asimov en el Trono.

Ad Astra es el primer relato que escribí sobre el que recuerdo, incluso después de todo este tiempo, las circunstancias exactas de la naciente inspiración. Perdida ésta, solicité y recibí un empleo de la National Youth Administration (NYA), con vistas a costearme mis estudios en la Universidad. Ganaba quince dólares al mes, si la memoria no me falla, a cambio de pasar unos escritos a máquina durante varias horas. Trabajé para un sociólogo que estaba escribiendo un libro sobre el tema de la resistencia social a las innovaciones tecnológicas. Esto incluía desde la resistencia del clero de Mesopotamia a la propagación de la lectura y la escritura entre la población general, hasta las objeciones hechas al aeroplano por los que decían que el vuelo de un cuerpo más pesado que el aire era imposible.
Naturalmente se me ocurrió escribir un cuento relativo a la resistencia social a los vuelos espaciales. Por esa razón utilicé el título de Ad Astra. Provenía del proverbio latino Per aspera ad astra ("A través de las dificultades, hasta las estrellas").

Fue mi primera venta a Campbell, después de siete meses de tentativas y ocho rechazos consecutivos. El relato se publicó medio año después, y entonces vi que Campbell había cambiado el título (algo muy justificable, me parece) por el de Opinión pública.

La edad de oro
Isaac Asimov

sábado, 25 de septiembre de 2010

Chicago: tal como era, tal como es

Lu Cong. Chicago.

(1983)
Ser conciso sobre Chicago es más difícil de lo que cabría imaginar. La ciudad representa algo en la vida americana, aunque ese algo nunca ha estado muy claro. No a todo el mundo le gusta. Como vecino de Chicago desde 1924, he llegado a comprender que hay que tomarle el gusto poco a poco, lo que sólo puede hacerse después de vivir allí durante décadas. Pero al cabo de todos esos años tampoco es fácil formular los motivos de ese aprecio, porque la ciudad está en perpetuo cambio, y la escala de sus transformaciones es tremenda.
Chicago se construye, se derriba otra vez, recoge los escombros y empieza de nuevo. Las ciudades europeas destruidas por la guerra se restauraron laboriosamente. Chicago no restaura; hace algo absurdamente distinto. Contar aquí con la estabilidad es una locura. Un parisiense siempre ve el París de antes, tal como ha sido durante siglos. El veneciano, mientras el barro no se trague a Venecia, tiene ante los ojos las cosas que veían sus antepasados. Pero el habitante de Chicago, cuando pasea por la ciudad, se siente como alguien que ha perdido muchos dientes. Explora los huecos con la lengua; veamos ahora: aquí el tranvía de la calle Cincuenta y cinco torcía hacia la avenida Harper y llegaba al final de la línea; luego el revisor se apresuraba al otro extremo del vehículo, dando la vuelta a los respaldos de los asientos de mimbre. Después volvía a colocar el trole en el cable. En esta esquina estaba Kootich Castle, una pensión bohemia donde solían reunirse licenciados, fotógrafos, pintores en ciernes, extremistas filosóficos y técnicos de laboratorio (en vez de gatos, una chica tenía ratones blancos). La avenida Harper no era precisamente la orilla del Sena; ninguno de sus edificios recordaba la Sante Chapelle. Eran francamente feos, pero muy nuestros, nos resultaban familiares, y la supervivencia de lo que es nuestro da continuidad a la existencia. Nuestro destino no es aquí encontrar consuelo en los viejos lugares familiares. Nosotros, los habitantes de Chicago, no podemos instalarnos sentimentalmente en nuestros recuerdos.

Todo cuenta
Saul Bellow

viernes, 24 de septiembre de 2010

No labor

Walt Whitman. Retrato: Thomas Wilmer Dewing.

Ni una máquina para ahorrar el trabajo,
Ni un descubrimiento he dejado,
Ni podré legar una suma para fundar un hospital o una biblioteca,
Ni la memoria de una hazaña por América,
Ni un éxito literario o intelectual, ni un libro para los anaqueles,
Sólo unas pocas melodías quedarán vibrando en el aire,
Para camaradas y amantes.

Traducción de Jorge Luis Borges.

Hojas de hierba
Walt Whitman

jueves, 23 de septiembre de 2010

Me acuerdo

Joe Brainard. Me acuerdo. Foto de cubierta de Eberhard Hirsch.

Me acuerdo de los días lluviosos a través de la ventana.
Me acuerdo del primer dibujo que recuerdo haber hecho. Era una novia con un vestido con la cola muy larga.
Me acuerdo de la única vez que he visto a mi madre llorar. Me estaba comiendo una tarta de albaricoque.
Me acuerdo de un profesor de historia que siempre estaba amenazándonos con tirarse por la ventana si no nos callábamos. (Desde una segunda planta)
Me acuerdo de Saint Louis cuando era muy joven. Me acuerdo de una tienda de tatuajes y de los dos leones gigantes a la entrada del museo de Bellas Artes.
Me acuerdo de haber ido a una fiesta de "Vístete de tu personaje favorito" vestido de Marilyn Monroe.
Me acuerdo del día que dispararon a John Kennedy
Me acuerdo de muchos sueños en los que encuentro oro y joyas.
Me acuerdo de los pueblos vacíos. De las lunas tintadas de verde. Y de los carteles de neón cuando se apagan.

Traducción de Julia Osuna Aguilar.

Me acuerdo
Joe Brainard

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Poética

Ana Arango. En el estudio.

Browning dice que tampoco él entiende la mayor parte de sus poemas. Con esto quiso decir que el significado no lo es todo. Debe de ser así.
-¡Hola cielo, hola!

Es noche la poesía.
Hace su trabajo a puerta cerrada.
Lee libros oscuros.

Traducción del turco de Mukadder Yaicioglu y Clara Janés

Río hermoso
Ilhan Berk

martes, 21 de septiembre de 2010

En un lugar de la Mancha

Fuente:vía ITACA (:www.sflovers.org)
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Don Quijote de la Mancha
(Edición del Instituto Cervantes Dirigida por Francisco Rico)

Miguel de Cervantes

domingo, 19 de septiembre de 2010

Frases

Michael J. Deas. Retrato de Mark Twain.

Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años.

Cuando era joven podía recordar todo, hubiera sucedido o no.

Di siempre la verdad, así no tendrás que recordar lo que has dicho.

Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.

El paraíso lo prefiero por el clima; el infierno, por la compañía.

Escritos
Mark Twain

sábado, 18 de septiembre de 2010

Elogio de la ociosidad

Fuente imagen:rottentomatoes
Elogio de la ociosidad
En un mundo donde nadie sea obligado a trabajar más de cuatro horas al día, toda persona con curiosidad científica podrá satisfacerla, y todo pintor podrá pintar sin morirse de hambre, no importa lo maravillosos que puedan ser sus cuadros. Los escritores jóvenes no se verán forzados a llamar la atención por medio de sensacionales chapucerías, hechas con miras a obtener la independencia económica que se necesita para las obras monumentales, y para las cuales, cuando por fin llega la oportunidad, habrán perdido el gusto y la capacidad. Los hombres que en su trabajo profesional se interesen por algún aspecto de la economía o de la administración, serán capaces de desarrollar sus ideas sin el distanciamiento académico, que suele hacer aparecer carentes de realismo las obras de los economistas universitarios. Los médicos tendrán tiempo de aprender acerca de los progresos de la medicina; los maestros no lucharán desesperadamente para enseñar por métodos rutinarios cosas que aprendieron en su juventud, y cuya falsedad puede haber sido demostrada en el intervalo.
Elogio de la ociosidad
Bertrand Russell

viernes, 17 de septiembre de 2010

jueves, 16 de septiembre de 2010

Microrrelato

Danielle Richard. Petite Juliette

Cuento que me contó una vez mi hija Adriana fastidiada de que le pidiera un cuento: HABÍA UNA VEZ UN COLORÍN COLORADO.

Microrrelato
José Antonio Martín

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Las cosas enteras

Mark Strand. Fuente de la foto: La Universidad de Chicago.

En un campo
soy la ausencia
de campo.
Siempre
sucede así.
Dondequiera que esté
soy aquello que falta.

Si camino
parto del aire
mas siempre
vuelve el aire
a llenar los espacios
donde mi cuerpo estuvo.

Todos tenemos razones
para movernos: yo me muevo
por mantener
enteras a las cosas.

Traducción de Octavio Paz.

Las cosas enteras
Mark Strand

martes, 14 de septiembre de 2010

ETERNO

Andrzej Malinowski. Belle de fleurs.

Tra un fiore colto e l'altro donato
l'inesprimibile nulla

Entre la flor que cojo y la que doy
la inexpresable nada

La alegría
Giuseppe Ungaretti

lunes, 13 de septiembre de 2010

La era de los cosmonautas

Cartel de la película El viaje cósmico procedente de la Biblioteca Nacional de Moscú. Fuente: El País.

Alguna vez hubo un bosque en esta meseta, y todavía se conservan algunos troncos gigantescos, cubiertos por una capa de arcilla, bajo el mantillo en el que crece el pasto. Allí en donde esta arcilla y el antiguo bosque están más cerca de la superficie, la tierra es oleosa y húmeda, y sobre las rocas crece un musgo verde oscuro, que, si lo tocas o te tumbas en él, tiene el tacto del pelo de un animal. Así es como las rocas se convierten en animales.
Hace años, cuando el ruso Gagarin, el primer hombre que salió al espacio, daba vueltas alrededor de la tierra, los veinte chalets dispersos por la zona de Peniel alojaban, cada verano, ganado, mujeres y hombres. El ganado era tanto, que la hierba no sobraba, y, por común acuerdo, se limitaba el tiempo del pasto. Te levantabas a las tres de la madrugada para ordeñar y llevabas las vacas a pastar en cuanto se hacía de día. A las diez, cuando el sol empezaba a estar alto, las encerrabas de nuevo y aprovechabas para hacer los quesos. A mediodía, en el establo, les ponias hierba segada. Después de comer te echabas una siesta. A las cuatro volvías a ordeñar, y sólo entonces sacabas las vacas a pastar por segunda vez y permanecías en los pastos con ellas hasta que ya no se distinguían los árboles, sino sólo la mancha del bosque. Volvías a entrar las vacas entonces y, cuando ya se habían acostado sobre su lecho de paja, podías salir fuera y escrutar la noche, en la que la Vía Láctea parecía hecha de gasa, para intentar localizar a Gagarin dando vueltas en su Sputnik.

Una vez en Europa
John Berger

Capbreton

Capbreton

domingo, 12 de septiembre de 2010

¡Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, de las que se sueñan en tu filosofía!...

Fuente:Wikipedia
Hamlet
¡Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, de las que se sueñan en tu filosofía!...
Hamlet
(Acto I, escena V).
(Traducción: Luis Astrana Marín)

William Shakespeare

—Una brújula para viajar por el mundo.

Fuente: Wikipedia
Aforismos
Cuaderno B
(1768-1771)
(186)

—¿Qué lleva usted aquí?
—Una brújula para viajar por el mundo.
—¿Cómo, en un bolsa?
—Sí, hay cincuenta luises de oro en moneda contante y letras de cambio por varios miles más.
Aforismos
(Edición de Juan del Solar)
Georg Christoph Lichtenberg

sábado, 11 de septiembre de 2010

Ya se presiente la infinita continuación

Imagen: Wikipedia
Discusión
En Sumatra, alguien quiere doctorarse de adivino. El brujo examinador le pregunta si será reprobado o si pasará. El candidato responde que será reprobado...Ya se presiente la infinita continuación.
Discusión
Jorge Luis Borges

viernes, 10 de septiembre de 2010

Adoro la casa

Françoise Sagan, en su casa de París, Francia, 1955. Foto de Thomas D. Mcavoy.

Adoro la casa. Siempre he querido que sea grande, quiero espacio para moverme por dentro. Mis días, si puedo, son todos iguales. No los cambiaría nunca, no saldría nunca. Me levanto y deambulo por las habitaciones, me asomo a la ventana, llamo por teléfono, leo, veo la televisión, recibo a una amiga, como, escribo, deambulo y vuelvo a asomarme a la ventana. El día pasa sin que mire nunca el reloj. Como puedo hacerlo, y me considero afortunada, ésta es para mí la única manera de vivir.

Entrevista con G. Monteverdi, 1983
Françoise Sagan

jueves, 9 de septiembre de 2010

Historia fantástica

Pablo Gallo. Retrato de Augusto Monterroso, 2009 (tinta sobre papel).

Contar la historia del día en que el fin del mundo se suspendió por mal tiempo.

La letra e
Augusto Monterroso

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Observaciones y pensamientos

Giacomo Casanova en 1778. Retrato de Jean Berka.

Pese a lo que diga san Agustín, las criaturas no cumplirían con la obligación de reproducirse si no encontraran placer en ello.

-¿Os amáis? -inquirió la condesa.
-Con locura -respondió la joven-, sin embargo somos prudentes.
-Entonces- observó la condesa-, si sois prudentes es que no os amáis con locura.

Prefiero la libertad a la vida

Observaciones y pensamientos
Giacomo Casanova

martes, 7 de septiembre de 2010

INDAGACIÓN SOBRE EL MURCIÉLAGO

Bhawani Das. Pteropus giganteus. Murciélago (1778-82)

Indagación sobre el murciélago (fragmento)

Los murciélagos no saben una palabra de su prestigio literario.

Cegatón, odia al sol. Y la melancolía es el rasgo que define su espíritu.

Arracimado habita las cavernas (rumor rasante de su vuelo en tinieblas) y hace mucho conoce los deleites e infiernos de ser un rostro anónimo en la masa.

Es probable que sufra de aquel mal llamado por los teólogos acidia
-tanto ocio engendra hasta el nihilismo- y no parece ilógico que gaste sus mañanas meditando en la profunda vacuidad del mundo,
espumando su cólera, su rabia ante lo que hemos hecho de su especie.

Ermitaño perpetuo, vive y muere de pie y hace de cada cueva su tebaida.

Así, lo confinamos en el mal porque comparte la fealdad viscosa; el egoísmo y vampirismo humanos. Recuerda nuestro origen cavernario y tiene una espantosa sed de sangre.

No quiere ver la luz: sabe que un día
hará arder en cenizas la caverna.

No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969)
José Emilio Pacheco

lunes, 6 de septiembre de 2010

¿Qué es un inglés?

Pierre Daninos. Fuente de la foto: Les éphémérides d'Alcide.

En el secreto de su gabinete de Harley Street, uno de mis amigos, conocido cirujano del cerebro, abrió un día el cráneo de un inglés.
Vio primero un acorazado de Su Majestad, luego un impermeable, una corona real, una taza de té, un dominio, un policía, el reglamento del Royal and Ancient Golf Club de St. Andrews, un coldstram guard, una botella de whisky, la Biblia, el horario del "Calais-Mediterráneo", una enfermera del Westminster Hospital, una pelota de cricket, niebla, un trozo de tierra sobre el cual el sol no se pone jamás y, en el fondo de su subconsciente, tapizado de césped secular, un látigo de nueve colas y una colegiala con medias negras.
Menos asustado que consciente de haber cometido tan lamentable indiscreción, no llamó ni a Scotland Yard ni a la Brigada del Vicio: cosió. No pudo hacer otra cosa que comprobar que todo aquello formaba un realmente buen inglés (1).

(1) El colaborador, aun a riesgo de sorprender a determinados puristas con los giros de una frase poco francesa, o con anglicismos, ha querido, en la medida de lo posible, conservar en el texto del mayor Thompson su fragancia, iba a decir su flavour, ateniéndose a la traducción literal. En esta ocasión: a really good Englishman. (Nota del colaborador.)

Los comentarios del Mayor Thompson
Pierre Daninos

domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Qué es un francés?

Pierre Daninos. Fuente de la imagen: Ebrisa Online Gran Enciclopedia Salvat.

By Jove!... ¿Cómo definir a un francés?
La definición ritual del francés que come pan, no conoce la geografía y lleva la Legión de Honor, no es enteramente inexacta (aunque la legión de Honor, cuando uno se acerca, sea a veces el Ouissam de los alauitas)
Pero es insuficiente.
Me asusta el pensamiento de que si mi amigo abriera a un francés, caería, poseído por el vértigo, en un abismo de contradicciones.
La verdad... ¿Cómo definir a esas gentes que se pasan los domingos proclamándose republicanos y la semana adorando a la reina de Inglaterra; que dicen ser modestos, pero que hablan siempre de retener la antorcha de la civilización; que hacen del buen sentido uno de sus principales artículos de exportación, pero que conservan tan poco entre ellos que derriban sus gobiernos apenas formados; que colocan a Francia en su corazón, pero sus fortunas en el extranjero; que son enemigos de los judíos en general y tienen un amigo israelita en particular; que se regocijan escuchando a sus chansonniers ridiculizar a los militares, y al menor toque de trompeta se vuelven marciales; que detestan que se les critiquen sus extravagancias, pero que no cesan de denigrarlas ellos mismos; que dicen ser amantes de lo lineal, pero alimentan una afectuosa inclinación por la torre Eiffel; que admiran en los ingleses la ignorancia del "sistema D", pero se considerarían ridículos si declararan al fisco el importe exacto de sus rentas; que se burlan de los chistes escoceses, pero que intentan conseguir un precio inferior al marcado; que se refieren complacidos a su Historia, pero que no quieren historias; que no hay quien los haga pasar una frontera sin llevar de contrabando alguna cosilla, pero que detestan no estar en regla; que se obstinan en afirmar que son gente "a quien nadie se la pega" y se apresuran a elegir diputado al que les promete la luna; que dicen "Abril venido, no te quites ni un hilo", pero suprimen la calefacción el 31 de marzo; que cantan la gracia de su campiña, pero le dedican sus peores injurias; que sienten un gran respeto por los tribunales, pero no se dirigen a los abogados más que para ver la mejor forma de burlar la ley, y, en fin, que se quedan encantados cuando uno de sus grandes hombres les habla de su grandeza, de su gran misión civilizadora, de su gran país, de sus grandes tradiciones, pero cuyo sueño es retirarse, junto a una pequeña calle, en un pequeño rincón tranquilo, sobre un pequeño pedazo de tierra, con una mujercita que, contentándose con unos trapitos nada caros, les prepare sus buenos platitos y sepa, cuando se presente la ocasión, recibir amablemente a los amigos para jugar una partidita?

Los comentarios del mayor Thompson
Pierre Daninos

sábado, 4 de septiembre de 2010

Escribir

Franz Kafka, 1926. Retrato de autor desconocido. Fuente: Wikimedia.

Con frecuencia he pensado que la mejor forma de vida para mí consistiría en encerrarme en lo más hondo de una vasta cueva con una lámpara y todo lo necesario para escribir. Me traerían la comida y me la dejarían siempre lejos de donde yo estuviese instalado, detrás de la puerta más exterior de la cueva. Ir a buscarla, en camisón, a través de todas las bóvedas sería mi único paseo...

Cartas
Franz Kafka

¡Oh poeta! ¡Nunca soplará hacia ti el viento de la fortuna!

Las Mil y Una Noches
Historia del Pescador y el Efrit
Sacó la red, exprimiéndole el agua, y cuando hubo acabado de exprimirla, la tendió de nuevo. Después, internándose en el agua, exclamó: "¡En el nombre de Alah!" Y arrojó la red de nuevo, aguardando que llegara al fondo. Quiso entonces sacarla, pero notó que pesaba más que antes y que estaba más adherida, por lo cual la creyó repleta de una buena pesca, y arrojándose otra vez al agua, la sacó al fin con gran trabajo, llevándola a la orilla, y encontró una tinaja enorme, llena de arena y de barro.
Al verla se lamentó mucho y recitó estos versos:
¡Cesad, vicisitudes de la suerte, y apiadaos de los hombres!¡Qué tristeza! ¡Sobre la tierra ninguna recompensa es igual al mérito ni digna del esfuerzo realizado por alcanzarla!
¡Salgo de casa a veces para buscar candorosamente la fortuna, y me enteran de que la fortuna hace mucho tiempo que murió!¿Es así ! oh fortuna ! como dejas a los Sabios en la sombra, para que los necios gobiernen el mundo?
Y luego, arrojando la tinaja lejos de él, pidió perdón a Alah por su momento de rebeldía y lanzó la red por vez tercera, y al sacarla la encontró llena de trozos de cacharros y vidrios. Al ver esto, recitó todavía unos versos de un poeta:¡Oh poeta! ¡Nunca soplará hacia ti el viento de la fortuna! ¿Ignoras, hombre ingenuo, que ni tu pluma de caña ni las líneas armoniosas de la escritura han de enriquecerte jamás?
(Versión de Mardrus traducida por Vicente Blasco Ibáñez)

viernes, 3 de septiembre de 2010

Proyecto de tren instantáneo

Pasajeros en la estación de tren de Chicago, 1949. Foto de Stanley Kubrick.

PROYECTO DE TREN INSTANTÁNEO
entre Santiago y Puerto Montt

La locomotora del tren instantáneo
está en el lugar de destino (Pto. Montt)
y el último carro
en el puerto de partida (Stgo.)

La ventaja que presenta este tipo de tren
consiste en que el viajero llega
instantáneamente a Puerto Montt en el
momento mismo de abordar el último carro
en Santiago

lo único que debe hacer a continuación
es trasladarse con sus maletas
por el interior del tren
hasta llegar al primer carro

una vez realizada esta operación
el viajero puede proceder a abandonar
el tren instantáneo
que ha permanecido inmóvil
durante todo el trayecto.

Observación: este tipo de tren (directo) sirve sólo para viajes de ida.

Un viaje en tren
Nicanor Parra

jueves, 2 de septiembre de 2010

La retórica del cuento

La retórica del cuento
“Extendido hasta la novela, el relato puede sufrir en su estructura. Constreñido en su enérgica brevedad, el cuento es y no puede ser otra cosa que lo que todos, cultos e ignorantes, entendemos por tal.
Los cuentos chinos y persas, los grecolatinos, los árabes y las Mil y una noche, los del Renacimiento italiano, los de Perrault, de Hoffmann, de Poe, de Merimée de Bret-Harte, de Verga, de Chéjov, Maupassant, de Kipling, todos ellos son una sola y misma cosa en su realización. Pueden diferenciarse unos de otros como el sol y la luna. Pero el concepto, el coraje para contar, la intensidad, la brevedad, son los mismos en todos los cuentistas de todas las edades.
Todos ellos poseen en grado máximo la característica de entrar vivamente en materia. Nada más imposible que aplicarles las palabras: "Al grano, al grano...", con que se hostiga a un mal contador verbal. El cuentista que "no dice algo", que nos hace perder el tiempo, que lo pierde él mismo en divagaciones superfluas, puede verse a uno y otro lado buscando otra vocación. Ese hombre no ha nacido cuentista.
Pero ¿si esas divagaciones, digresiones y ornatos sutiles, poseen en sí mismos elementos de gran belleza? ¿Si ellos solos, mucho más que el cuento sofocado, realizan una excelsa obra de arte?
Enhorabuena, responde la retórica. Pero no constituyen un cuento. Esas divagaciones admirables pueden lucir en un artículo, en una fantasía, en un cuadro, en un ensayo, y con seguridad en una novela. En el cuento no tienen cabida, ni mucho menos pueden constituirlo por sí solas”.
Cuentos
(Decálogo del perfecto cuentista)

Horacio Quiroga

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El decálogo de la novela policíaca

Greg Hildebrandt. On the ledge. En la repisa.

1. La situación inicial y el desenlace deben tener unas motivaciones verosímiles.
2. No deben cometerse errores técnicos respecto a los métodos del crimen y de la investigación.
3. Los personajes, el ambiente y la atmósfera deben ser realistas. Hay que referirse a personas reales en un mundo real.
4. Además del elemento del misterio, la intriga debe tener un cierto peso en tanto que argumento.
5. La sencillez fundamental de la estructura debe ser suficiente como para admitir una fácil explicación cuando el momento lo exija.
6. La solución del misterio no debe escapar a un lector razonablemente inteligente.
7. Cuando se revela la solución, ésta debe parecer inevitable.
8. La novela policíaca no debe intentar hacerlo todo a la vez. Si se trata de la historia de un enigma que funciona a un nivel mental elevado, no podemos convertirla también en una aventura violenta y apasionada.
9. Es preciso que de una manera u otra, y no necesariamente a través de los tribunales de justicia, el criminal reciba su castigo.
10. Es necesaria una razonable honestidad en relación con el lector. El lector acepta que lo engañen, pero no con una tontería.

El decálogo de la novela policíaca
Raymond Chandler