sin afeitar,
Absorto en sus cuadernos
de mercados, la clara
San Juan de Letrán
El Río Amarillo entero
Por amor a Li-Po!
las 4 de la tarde-
Sol en las nubes del oeste, oro
Libro de jaikus
Jack Kerouac
Wilhelm von Gloeden:Jóvenes en el Hotel San Domenico (Taormina)(Poésies arcadiennes)La "PROCTOMAQUIA"
o "EL CANTAR DE LOS CULOS"
Canto I
......
Himno de los culos (29)
Trompetas suenen suenen/ ya viene la victoria
Corona verde en mano / las alas desplegadas
Trompetas griten griten/ en el primer carruaje
Transportan el gran falo/ enhiesto en su loriga
Trompetas ronquen ronquen/ en el cortejo llegan
Hinchados los testículos /pletóricos de celo
Trompetas rujan rujan/ en retaguardia vamos
Duros de nalgas fuertes/ con nuestra raja airosa
Los culos ¡Somos culos!/ ¡la gloria de los hombres!
El libro de los seres imaginariosEL HIPOGRIFOPara significar imposibilidad o incongruencia, Virgilio habló de encastar caballos con grifos. Cuatro siglos después, Servio el comentador afirmó que los grifos son animales que de medio cuerpo arriba son águilas, y de medio abajo, leones. Para dar mayor fuerza al texto, agregó que aborrecen a los caballos... Con el tiempo, la locución "Jungentur jam grypes equis" (cruzar grifos con caballos) llegó a ser proverbial; a principios del siglo XVI, Ludovico Ariosto la recordó e inventó el Hipogrifo. Águila y león conviven en el grifo de los antiguos; caballo y grifo en el Hipogrifo ariotesco, que es un monstruo o una imaginación de segundo grado. Pietro Micheli hace notar que es más armonioso que el caballo con alas.
Su descripción puntual, escrita para un diccionario de zoología fantástica, consta en el Orlando Furioso: "No es fingido el corcel, sino natural, porque un grifo lo engendró en una yegua. Del padre tiene la pluma y las alas, las patas delanteras, el rostro y el pico; las otras partes, de la madre y se llama Hipogrifo. Vienen (aunque, a decir verdad, son muy raros) de los montes Rifeos, más allá de los mares glaciales".
La primera mención de la extraña bestia es engañosamente casual: "Cerca de Rodona vi un caballero que tenía un gran corcel alado".
Otras octavas dan el estupor y el prodigio del caballo que vuela. Esta es famosa:E vede l'oste e tutta la famiglia,
E chi a finestre e chi fuor ne la via,
Tener levati al ciel gli occhi e le ciglia,
Come L'Ecclisse o la Cometa sia.
Géde la Donna un'alta maraviglia
Che di Ieggier creduta non saria:
Vede passar un gran destriero a!ato,
Che porta in aria un cavalliero armato'.
Y vio al huésped y a toda la familia,
Y a otros en las ventanas y en las calles,
Que elevaban al cielo los ojos y las cejas,
Como si hubiera un eclipse o un cometa.
Vio la mujer una alta maravilla,
Que no sería fácil de creer:
Vio pasar un gran corcel alado,
Quellevaba por los aires a un caballero armado.
Astolfo, en uno de los cantos finales, desensilla el Hipogrifo y lo suelta.
Las palabras del regresoLas palabras del regreso
VI
Del escribir......Pues que el escritor, el verdadero escritor, es el que a solas clama a los cielos, el que se arriesga, porque de ello tiene el mandato: un mandato de expresar, y en la forma más indeleble posible, aquello que clama a los cielos. Y este es el escritor. El filósofo no clama, no se arriesga en el piélago insondable. Diógenes con su tonel estaba en una ciudad. Filosofar, pues, debe ser cosa muy esencial para la ciudad, para que la haya. El escritor es imprescindible para que aún aquello que en la ciudad ocurra, y clame al cielo, no se quede oculto bajo el silencio opaco, para que salte clamando a los cielos, y si fuera así, el escritor sería el corazón de la ciudad, su centro, el único que podría rescatar a la ciudad de haber sido desposeída de su centro, allanada en verdad.

ConfesionesNingún tiempo hubo, pues, en que nada habíais hecho, puesto que el mismo tiempo Vos lo habíais hecho.
Y no hay tiempos que sean coeternos con Vos, porque Vos permanecéis; mas ellos, si permaneciesen, no serían tiempos. Porque ¿qué es el tiempo? ¿Quién podrá breve y fácilmente explicarlo? Quién, para expresarlo con palabras, podrá con el entendimiento comprenderlo?
Y, sin embargo, ¿qué cosa mencionamos al hablar, más familiar y más conocida que el tiempo? Y lo entendemos, por cierto, cuando lo nombramos, y lo entendemos cuando lo oímos en boca de otro.
¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo al que me pregunta, no lo sé; pero sin vacilación afirmo saber, que si nada pasase, no habría tiempo pasado; si nada hubiera de venir, no habría tiempo futuro; y si nada hubiese, no habría tiempo presente. ¿Cómo son, pues, aquellos dos tiempos, el pretérito y el futuro, si el pretérito ya no es, y el futuro todavía no es? Y el presente, si fuese siempre presente, y no pasase a pretérito, ya no sería tiempo, sino eternidad. Si, pues, lo que hace que el presente sea tiempo, es que pasa a pretérito, ¿cómo decimos que tiene ser una cosa, cuya causa de ser es que no será; de suerte que no podemos decir con verdad que es tiempo, sino porque tiende a no ser?
GeórgicasGeorgica
Liber quartus
[485]-[506]
iamque pedem referens casus evaserat omnis,
redditaque Eurydice superas veniebat ad auras
pone sequens (namque hanc dederat Proserpina legem),
cum subita incautum dementia cepit amantem,
ignoscenda quidem, scirent si ignoscere Manes:
restitit, Eurydicenque suam iam luce sub ipsa
immemor heu! victusque animi respexit. ibi omnis
effusus labor atque immitis rupta tyranni
foedera, terque fragor stagnis auditus Avernis.
illa «quis et me» inquit «miseram et te perdidit, Orpheu,
quis tantus furor? en iterum crudelia retro
fata vocant, conditque natantia lumina somnus.
iamque vale: feror ingenti circumdata nocte
invalidasque tibi tendens, heu non tua, palmas.»
dixit et ex oculis subito, ceu fumus in auras
commixtus tenuis, fugit diversa, neque illum
prensantem nequiquam umbras et multa volentem
dicere praeterea vidit; nec portitor Orci
amplius obiectam passus transire paludem.
quid faceret? quo se rapta bis coniuge ferret?
quo fletu Manis, quae numina voce moveret?
illa quidem Stygia nabat iam frigida cumba.Geórgicas[485]-[506]
LIBRO IV
Y ya, volviendo sobre sus pasos, había superado todos los imprevistos, y Eurídice, a la que había recuperado, llegaba a las auras de arriba, siguiéndole detrás (pues Prosérpina le había puesto esta condición), cuando cogió al imprudente enamorado un acceso súbito de locura, perdonable ciertamente, si los manes supiesen perdonar. Se detuvo, y ya al borde mismo de la luz, sin acordarse, ay, y sin poderse contener, se volvió para mirar a su querida Eurídice. En ese instante, todo su esfuerzo se perdió, quedó roto el pacto del cruel tirano y por tres veces se oyó un fragor en las marismas del Averno. Ella gritó: "¿Qué locura, qué locura tan grande me ha perdido, desgraciada de mí, y te ha perdido, Orfeo? He aquí que por segunda vez los hados crueles me hacen volver y el sueño cierra mis ojos embriagados. Y ahora, adiós. Me llevan envuelta en la vasta noche, y tiendo hacia ti, sin ser tuya, ay, mis manos impotentes." Dijo, y de repente escapó de su vista, alejándose como el humo se une a las brisas sutiles, y no lo vio más, mientras él agarraba en vano las sombras y quería decirle muchas cosas. Y el barquero del Orco no le permitió atravesar más la laguna que se interponía. ¿Qué podía hacer? ¿Adónde dirigirse después que le habían quitado por dos veces la esposa? ¿Qué llanto podía conmover a los manes? ¿Qué dioses podían conmover sus palabras? Ella a no dudarlo navegaba ya fría en la barca estigia.
El Cantar de CantaresCantar de Cantares
en octava rima
Capítulo VII
COMPAÑERAS
Quán bellos son tus pasos, y el de tu andar,
los tus graciosos píes, y ese calzado,
los muslos una aljorca por collar,
de mano de maestro bien labrado:
tu ombligo es una taza circular ,
llena de un licor dulce muy preciado,
monton de trigo es tu vientre hermoso,
cercado de violetas, y oloroso.
Tus pechos son belleza, y ternura,
dos cabritos mellizos, y graciosos;
y torre de marfil de gran blancura
tu cuello, y los tus ojos tan hermosos
estanques de Esebon de agua pura,
qu' en puerta Batrabim están vistosos:
tu nariz una torre muy preciada,
del líbano á Damasco está encarada
Tu cabeza al carmelo, levantado
sobre todos los montes, parescia:
y el tu cabello roxo, y encrespado,
color de fina púrpura tenía:
el Rey en sus regueras está atado,
que desasirse de ahí ya no podía:
¡ó quán hermosa eres, y agraciada,
amiga, y en deleites muy preciada!
Una muy bella palma, y muy crecida
parece tu presencia tan preciada,
de unos racimos dulces muy ceñida,
que son tus lindos pechos, desposada.
Dixe, yo subiré en la palma erguida,
asiré los racimos de la amada,
racimos de la vid dulces, y hermosos
serán tus pechos lindos, y graciosos.
Un olor de manzanas parecía
el huelgo de tu boca tan graciosa,
y como el suave vino bien olia:
tu lindo paladar, ó linda Esposa,
qual vino que al amado bien sabia,
y á las derechas era dulce cosa,
que despierta los labios ya caidos,
y gobierna la lengua y los sentidos.
El valor de la cienciaLa Valeur de la ScienceToute action doit avoir un but. Nous devons souffrir, nous devons travailler, nous devons payer notre place au spectacle, mais c’est pour voir ; ou tout au moins pour que d’autres voient un jour.
Troisième partie
La valeur objective de la science
Chapitre XI
La science et la réalité
8.La science pour la science
......
Tout ce qui n’est pas pensée est le pur néant ; puisque nous ne pouvons penser que la pensée et que tous les mots dont nous disposons pour parler des choses ne peuvent exprimer que des pensées ; dire qu’il y autre chose que la pensée, c’est donc une affirmation qui ne peut avoir de sens.
Et cependant - étrange contradiction pour ceux qui croient au temps - l’histoire géologique nous montre que la vie n’est qu’un court épisode entre deux éternités de mort, et que, dans cet épisode même, la pensée consciente n’a duré et ne durera qu’un moment. La pensée n’est qu’un éclair au milieu d’une longue nuit.
Mais c’est cet éclair qui est tout.El valor de la cienciaToda acción debe tener un fin. Debemos sufrir, trabajar, pagar nuestro lugar en el espectáculo; pero es para ver o, por lo menos, para que otros vean un día.Todo lo que no es pensado es la pura nada, puesto que no podemos pensar que el pensamiento y todas las palabras de que disponemos para hablar de las cosas no pueden expresar más que pensamientos; decir que hay otra cosa en el pensamiento es, pues, hacer una afirmación que no puede tener sentido.
Tercera parte
El valor objetivo de la ciencia
Capítulo XI
La ciencia y la realidad
8.La ciencia por la ciencia
......
Y no obstante-extraña contradicción para los que creen en el tiempo-la historia geológica nos muestra que la vida sólo es un corto episodio entre dos eternidades de muerte y que, en ese mismo episodio, el pensamiento consciente no ha durado ni durará más que un momento. El pensamiento no es más que un relámpago en medio de una noche larga.
Pero este relámpago lo es todo
Les fleurs du malLas flores del mal
Spleen et idéal
L'Homme et la mer
Homme libre, toujours tu chériras la mer!
La mer est ton miroir; tu contemples ton âme
Dans le déroulement infini de sa lame,
Et ton esprit n'est pas un gouffre moins amer.
Tu te plais à plonger au sein de ton image;
Tu l'embrasses des yeux et des bras, et ton coeur
Se distrait quelquefois de sa propre rumeur
Au bruit de cette plainte indomptable et sauvage.
Vous êtes tous les deux ténébreux et discrets:
Homme, nul n'a sondé le fond de tes abîmes;
Ô mer, nul ne connaît tes richesses intimes,
Tant vous êtes jaloux de garder vos secrets!
Et cependant voilà des siècles innombrables
Que vous vous combattez sans pitié ni remords,
Tellement vous aimez le carnage et la mort,
Ô lutteurs éternels, ô frères implacables!
Las flores del mal
Spleen e ideal
El hombre y el mar
¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!
El mar es tu espejo; contemplas tu alma
En el desarrollo infinito de su oleaje,
Y tu espíritu no es un abismo menos amargo.
Te complaces hundiéndote en el seno de tu imagen;
La abarcas con ojos y brazos, y tu corazón
Se distrae algunas veces de su propio rumor
Al ruido de esta queja indomable y salvaje.
Ambos sois tenebrosos y discretos:
Hombre, nadie ha sondeado el fondo de tus abismos,
¡Oh, mar, nadie conoce tus tesoros íntimos,
Tan celosos sois de guardar vuestros secretos!
Y empero, he aquí los siglos innúmeros
En que os combatís sin piedad ni remordimiento,
Tanto amáis la carnicería y la muerte,
¡Oh, luchadores eternos, oh, hermanos implacables!
La imagen literaria de Eros en la Antología Palatina, Libro VLa imagen literaria de Eros en la Antología Palatina, Libro V
III.2 RETRATO DE LA MUJER -OBJETO ERÓTICO- EN V, A.P.
La mujer tiene cabellos seductores. Gustan si son rubios, si son morenos, si tienen canas; pueden ir sueltos, en cascadas de rizos o recogidos, enmarcados por guirnaldas de flores, bajo un pañuelo o velo. Los ojos son de oro. Destila fuego la mirada. Tiene ojos de novilla. En el acto de amor su mirada languidece o relampaguea. Las cejas enmarcan la mirada, son pobladas, negras, hermosas. Gusta la sonrisa dulce, sensual. Las mejillas tienen la propiedad del cristal, son blancas. Blanco es también el cuello, luminoso y erguido. Suaves son los brazos cuando ciñen, de nieve y rosa. Los tobillos llevan ajorcas de oro, son bellos, orgullosos. Blancos o de plata son los pies. Las formas de la mujer son esbeltas, deliciosas, hay esplendor, parecen divinas. La piel es mórbida, tiene tersura, seducción, destila ambrosía y néctar. El aliento es dulce. Su charla es amena, sus labios parlanchines... Ella contonea provocadoramente las caderas. Las piernas son apretadas, las rodillas de ambrosía, los muslos blancos y suaves. La boca y los labios son placenteros, semejan a la purpúrea rosa, dulces y sabrosos como la miel y el néctar, frescos como el rocío. Motivo erótico constante son los pechos: blancos como la leche, las manzanas, la nieve; risueños, semejantes a las rosas; saben a miel; erguidos y de esplendoroso fulgor excitan y encantan77. Las formas del cuerpo femenino se transparentan, desnudas y excitantes, entre las aguas, mientras el hombre contempla la escena del baño La melena cae sobre los hombros; pechos, nalgas, sexo se dejan entrever, palpitan y ondulan a través del movimiento del agua. Recreando eróticamente el juicio de Paris, el poeta se imagina juez en una competición de sexos.
Nalgas, muslos, piernas, sexos -cristal, rosas, néctar, hoyuelos, oleaje incitante- surgen en medio de una completa desnudez. Describiendo la unión sexual, el poeta se fija también en las nalgas, piernas, sexo de ella. Ella lleva vestidos que transparentan, túnicas que ciñen, velos que tocan los pechos, joyas que rodean y, tal vez, son innecesarias. Un grupo de poemas recrean -convirtiéndolos a los fines eróticos- el género de los epigramas votivos: el amante o el propio poeta ofrecen a los dioses -Cipris, Príapo-, en calidad de exvoto, objetos que estuvieron presentes en la noche amor: sostén, sandalias, guirnaldas...
Los doce trabajos de HérculesLos doce trabajos de HérculesLa fictión por los poetas desto fue así ordenada. Diómedes tornando del cerco de Troya, como en su reyno no fuese rescebido, fue a Tracia y seyendo rey della diose al reposo y ociosidad. Después de la vitoria alcançando estado real, imperándose y ocupando en tener gran estado usava mayormente en muchedumbre de cavallos y muy fermosos y tanto que por los engordar y dar fuerça dávales a comer humana carne. E por que dello oviesen abondo, mandó a cierta gente de armas estar por los caminos y pasos que tomasen [qualesquier] personas que fallasen [trayéndolos] para cevar y criar y engordar los sus cavallos deziéndoles que quando no fallasen de estas tales viandas tomasen de los de su reyno. E los mandava así cruelmente despedaçar como si fuesen salvajes bestias para otra cosa no aprovechables sino al criamiento y manjar de sus cavallos. Tanto duró aquesta cruel y fiera manera fasta que se estendió la fama por las cercanas y vezinas cibdades y regiones y no osavan pasar de los moradores alguno dellos por el reyno de Grecia. E los del reyno cada día se ivan fuyendo en grand número [desamparando] su tierra y los proprios bienes y eredades por temor [siquiera] miedo del inhumano y cruel Diómedes.
Capítulo seís
Cómo fue la crueldad de Diómedes castigada y penada en él mesmo.
Fue el sexto trabajo de Hércules quando por la crueldad de Diómedes, rey de Tracia, refrenó aquella, [siquier] le puso fin dando carne humana a los sus cavallos por vianda.
Historia nuda.
Alguno dellos, sabiendo que Hércules zelador del bien común virtuoso y provado cavallero contrariava y corregía por el mundo tales mostruosidades y maneras desaguisadas do quier que lo sabía a Juno, invocaron demandando la su ayuda presentándole por la [información] acabada la piadosa y miserable visitación y destruyción del noble reyno de Tracia que antes de aquellas cosas solía ser complidamente poblado, abondoso [y] resplandeciente entre todos los reynos de Grecia. Entonce Hércules, movido por valiente coraçón provocado a la piadosa quexa, doliéndose de tan grand reyno, fue poderosamente al reyno de Tracia y tomó al rey Diómedes tajando y partiendo por menudas partes sus carnes y diolas a comer a los sus cavallos por vengança y pena a quien el dicho rey avía fecho inhumanamente carne de tantos hombres comer sin medida. E después mató los dichos cavallos y partiólos por miembros apartados lançándolos en desviados lugares por que no quedase exemplo de tan no oída fasta entonces abusión.
Carta a MeneceoCarta a MeneceoEpicuro a Meneceo: salud y alegría.
Nadie por ser joven vacile en filosofar ni por hallarse viejo de filosofar se fatigue. Pues nadie está demasiado adelantado ni retardado para lo que concierne a la salud de su alma. El que dice que aún no le llegó la hora de filosofar o que ya le ha pasado es como quien dice que no se le presenta o que ya no hay tiempo para la felicidad. De modo que deben filosofar tanto el joven como el viejo: el uno para que, envejeciendo, se rejuvenezca en bienes por el recuerdo agradecido de los pasados, el otro para ser a un tiempo joven y maduro por su serenidad ante el futuro. Así pues, hay que meditar lo que produce la felicidad, ya que cuando está presente lo tenemos todo y, cuando falta, todo lo hacemos por poseerla.
En estos relatos encontramos la respuesta al interrogatorio planteado al principio acerca de la total frescura de los apuntes de un cazador, su absoluta modernidad. Aventuremos ésta: la clave está en la "objetividad" ejemplar con que se cuenta todo, en "la invisibilidad del dispositivo narrativo". Y aunque el género del relato haya evolucionado en el siglo XX hacia la tormentosa irrealidad kafkiana o el ensayo-comentario de Borges, el viejo y nuevo arte de narrar historias aparece en Turguéniev como núcleo o condensación de lo esencial: una circunstancia, un lugar, un personaje, un hecho curioso y un narrador dispuesto a contarlo.
Kate Winslet and David Kross in "The Reader".Photo by: Melinda Sue Gordon © 2008 The Weinstein Co.Fuente:www.allmoviephoto.comLas palabras del regresoLas palabras del regresoEl libro existe de por sí, lleva su ser propio, tiene su hueco,tiene su ausencia, tiene su amor. Recoge la voz y la irradia, recoge la indiferencia como si fuera, no sé, un extraño ser animado. Nos acompaña su ausencia, nos sobrecoge su presencia, nos solicita. Y puede suceder lo más increible: que solamente por tener un libro cerca, tocándolo, se comience ya a saber lo que contiene. Una manifestación singular, diferente y distinta de todos los demás seres.
V
El libro
El libro: ser viviente
......
Poster de Star Trek. Dirección de J.J. Abrams.(Basado en los personajes de Gene Roddenberry). Zachary Quinto como Spock y Chris Pine como Capitán James T. Kirk. Fuente:Wikipedia2001: Una Odisea Espacial2001: A Space Odyssey"Behind every man now alive stands 30 ghosts, for that is the ratio by which the dead outnumber the living. Since the dawn of time, roughly a hundred billion human beings have walked the planet Earth.
Now this is an interesting number, for by a curious coincidence there are approximately a hundred billion stars in our local universe, the Milky Way. So for every man who has ever lived, in this Universe there shines a star."2001: Una Odisea Espacial“Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra.
“Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese universo”.
Horacio Godoy y Cecilia Garcia en la Viruta con la Orquesta de Morgado y la voz de Polaco Goyeneche
"Viejo Ciego" - Letra de Homero Manzi y Música de Sebastian Piana y Cátulo Castillo.
Para Begotxu, In Memoriam
Con un lazarillo llegás por las noches
trayendo las quejas del viejo violín,
y en medio del humo parece un fantoche
tu rara silueta de flaco rocín.
Puntual parroquiano tan viejo y tan ciego,
al ir destrenzando tu eterna canción,
ponés en las almas recuerdos añejos
y un poco de pena mezclás al alcohol.
El día en que se apaguen tus tangos quejumbrosos
tendrá crespones de humo la luz del callejón,
y habrá en los naipes sucios un sello misterioso
y habrá en las almas simples un poco de emoción.
El día en que no se oiga la voz de tu instrumento
cuando dejés los huesos debajo de un portal
los bardos jubilados, sin falso sentimiento
con una "canzonetta" te harán el funeral.
Parecés un verso del loco Carriego
parecés el alma del mismo violín.
Puntual parroquiano tan viejo y tan ciego,
tan llena de pena, tan lleno de esplín.
Cuando oigo tus notas me invade el recuerdo
de aquella muchacha de tiempos atrás.
A ver, viejo ciego, tocá un tango lerdo
muy lerdo y muy triste que quiero llorar.
Lycosthenes, Prodigiorum ac ostentorum chronicon. Fuente BIUMAmado monstruoAmado monstruoEstá sentado tras una enorme mesa y ni siquiera hace ademán de levantarse cuando entro en el despacho. Se limita a darme la mano. Tiene ojos azul porcelana que armonizan con el color de su corbata, pelo rubio de paja, mejillas sonrosadas y nariz afilada de canónigo intrigante. Su aspecto, en líneas generales, resulta afable. Veremos, sin embargo, qué sucede a partir de ahora. Me invita a tomar asiento, refuerza su sonrisa y se presenta como H.J. Krugger, Director del Departamento de Personal. Habla con un ligero acento extranjero arrastrando las erres y oscureciendo las vocales. Quiere dejar claro desde el principio que los métodos que utiliza para seleccionar a los futuros empleados del Banco son bastante heterodoxos y que nuestra entrevista va a ser bastante larga. Deberé responder a todas las preguntas que me haga, incluso aquellas que puedan parecerme excesivamente íntimas, sin omitir ningún detalle (tampoco los más insignificantes) porque en cualquiera de esos detalles puede esconderse el dato revelador. Tiene mi expediente sobre la mesa, pero me pide que le repita algunos datos personales.
Capítulo I
Llegó, pués, el gran momento. Le digo que me llamo Juan D., que he cumplido ya los treinta años, que perdí a mi padre cuando yo era todavía un niño y que vivo con una madre que me idolatra, pero que me hace la vida imposible.
Krugger consulta brevemente el expediente y pregunta cómo es posible que ni siquiera terminase mis estudios primarios. Le digo que mi madre me sacó de la escuela antes de que cumpliese los ocho años, para librarme de los otros niños, que se complacían rompiéndome los cuadernos y pinchándome con los compases. A partir de entonces, fué ella la que cuidó personalmente de mi educación, siguiendo los mismos libros de texto que hubiese utilizado en la escuela, pero dándoles tal vez una interpretación bastante personal.
Se interesa por mi último empleo. Una pregunta de rigor. Le confieso que no he trabajado nunca y se maravilla de que, en estos tiempos que corren, pueda existir un hombre que haya sobrevivido treinta años sin necesidad de trabajar. Replico diciéndole que no se sorprendería tanto si conociese la obsesión de mi madre por tenerme constantemente pegado a sus faldas. En cierto modo (le digo) ella es la culpable de que no haya trabajado antes.
Empieza a comprender que mi madre juega un importante papel en mi vida. Carraspea, arquea las cejas y enciende un cigarrillo. Quiere conocer las razones que me impulsaron a escribirles. Las páginas de los diarios están llenas de ofertas de empleo. ¿Por qué les elegí precisamente a ellos?
Historia del TiempoA Brief History of TimeThe term black hole is of very recent origin. It was coined in 1969 by the American scientist John Wheeler as a graphic description of an idea that goes back at least two hundred years, to a time when there were two theories about light: one, which Newton favored, was that it was composed of particles; the other was that it was made of waves. We now know that really both theories are correct. By the wave/particle duality of quantum mechanics, light can be regarded as both a wave and a particle. Under the theory that light is made up of waves, it was not clear how it would respond to gravity. But if light is composed of particles, one might expect them to be affected by gravity in the same way that cannonballs, rockets, and planets are. At first people thought that particles of light traveled infinitely fast, so gravity would not have been able to slow them down, but the discovery by Roemer that light travels at a finite speed meant that gravity might have an important effect.
CHAPTER 6
BLACK HOLES
On this assumption, a Cambridge don, John Michell, wrote a paper in 1783 in the Philosophical Transactions of the Royal Society of London in which he pointed out that a star that was sufficiently massive and compact would have such a strong gravitational field that light could not escape: any light emitted from the surface of the star would be dragged back by the star’s gravitational attraction before it could get very far. Michell suggested that there might be a large number of stars like this. Although we would not be able to see them because the light from them would not reach us, we would still feel their gravitational attraction. Such objects are what we now call black holes, because that is what they are: black voids in space.Historia del TiempoEl término agujero negro tiene un origen muy reciente. Fue acuñado en 1969 por el científico norteamericano John Wheeler como la descripción gráfica de una idea que se remonta hacia atrás un mínimo de doscientos años, a una época en que había dos teorías sobre la luz: una, preferida por Newton, que suponía que la luz estaba compuesta por partículas, y la otra que asuma que estaba formada por ondas. Hoy en día, sabemos que ambas teorías son correctas. Debido a la dualidad onda/ corpúsculo de la mecánica cuántica, la luz puede ser considerada como una onda y como una partícula. En la teoría que la luz estaba formada por ondas, no quedaba claro como respondería ésta ante la gravedad. Pero si la luz estaba compuesta por partículas, se podría esperar que éstas fueran afectadas por la gravedad del mismo modo que lo son las balas, los cohetes y los planetas. Al principio, se pensaba que las partículas de luz viajaban con infinita rapidez, de forma que la gravedad no hubiera sido capaz de frenarías, pero el descubrimiento de Roemer que la luz viaja a una velocidad finita, significó el que la gravedad pudiera tener un efecto importante sobre la luz.
Capítulo 6
Los Agujeros Negros
Bajo esta suposición, un catedrático de Cambridge, John Michell, escribió en 1783 un artículo en el Philosophical Transactions of the Royal Society of London en el que señalaba que una estrella que fuera suficientemente masiva y compacta tendría un campo gravitatorio tan intenso que la luz no podría escapar: la luz emitida desde la superficie de la estrella sería arrastrada de vuelta hacia el centro por la atracción gravitatoria de la estrella, antes que pudiera llegar muy lejos. Michell sugirió que podría haber un gran número de estrellas de este tipo. A pesar que no seríamos capaces de verlas porque su luz no nos alcanzaría, sí notaríamos su atracción gravitatoria. Estos objetos son los que hoy en día llamamos agujeros negros, ya que esto es precisamente lo que son: huecos negros en el espacio.