domingo, 31 de mayo de 2009

Libro de jaikus

Jack Kerouac, fotografiado por Tom Palumbo, 1956.
Amanecer -el escritor
sin afeitar,
Absorto en sus cuadernos

México -después de un oscurecer
de mercados, la clara
San Juan de Letrán

¡Oh, me bebería
El Río Amarillo entero
Por amor a Li-Po!

Esperando el tren
las 4 de la tarde-
Sol en las nubes del oeste, oro

Libro de jaikus
Jack Kerouac

Las aventuras de Jeremias Johnson

sábado, 30 de mayo de 2009

Viajando por el extranjero

Francis Alexander. Charles Dickens.

Bienvenido otra vez el gran hechizo de Francia en las curiosas posadas del campo llenas de jarrones de flores y relojes, en los pueblecitos aburridos y su escasa población no tan aburrida en el pequeño boulevard por la tarde, bajo los diminutos árboles. ¡Sea bienvenido el señor cura que pasea solo por la mañana temprano a una corta distancia del pueblo, leyendo ese eterno breviario suyo que seguramente puede leer sin necesidad del libro en este momento! Bienvenida al señor cura que, avanzando el día, irá brincando sobre el polvo de la carretera -como si ya hubiera ascendido a la región de las nubes- en un cabriolé de toldo grande y con el barro seco de una docena de inviernos. ¡Bienvenido, otra vez, señor cura! Mientras cambiamos saludos, tú yergues la espalda para mirar al carruaje alemán mientras escoges de tu pequeño jardín aldeano un vegetal o dos para la sopa del día. ¡Yo, mirando por la ventanilla del carruaje alemán, en ese delicioso trance del viajero que no conoce preocupaciones, ni recuerdos de antaño, ni mañanas, nada, salvo los objetos y los olores y los sonidos que pasan!

Traducción de Betty Curtis

Cuentos sobrenaturales
Charles Dickens

viernes, 29 de mayo de 2009

Deseo

Leon Wells. Calma en la sabana.
No soy un forjador de imperios, no soy un misionero, en realidad no soy un científico. Tan sólo quiero regresar a África para seguir deambulando por allí.

Cartas (1896)
Joseph Thomson

Morelliana

Sara Facio. Julio Cortázar.
¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de este ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra. Hay primero una situación confusa, que sólo puede definirse en la palabra; de esa penumbra parto, y si lo que quiero decir (si lo que quiere decirse) tiene suficiente fuerza, inmediatamente se inicia el swing, un balanceo rítmico que me saca a la superficie, lo ilumina todo, conjuga esa materia confusa y el que la padece en una tercera instancia clara y como fatal: la frase, el párrafo, la página, el capítulo, el libro. Ese balanceo,ese swing en el que se va informando la materia confusa, es para mí la única certidumbre de su necesidad, porque apenas cesa comprendo que no tengo ya nada que decir. Y también es la única recompensa de mi trabajo: sentir que lo que he escrito es como un lomo de gato bajo la caricia, con chispas y un arquearse cadencioso. Así por la escritura bajo al volcán, me acerco a las Madres, me conecto con el Centro -sea lo que sea. Escribir es dibujar mi mandala y a la vez recorrerlo, inventar la purificación purificándose; tarea de pobre shamán blanco con calzoncillos de nylon.

Rayuela
Julio Cortázar

jueves, 28 de mayo de 2009

Himno de los culos

Wilhelm von Gloeden:Jóvenes en el Hotel San Domenico (Taormina)(Poésies arcadiennes)
(Circa 1895)Fuente:Wikipedia
La "PROCTOMAQUIA"
o "EL CANTAR DE LOS CULOS"
Canto I
......
Himno de los culos (29)

Trompetas suenen suenen/ ya viene la victoria
Corona verde en mano / las alas desplegadas

Trompetas griten griten/ en el primer carruaje
Transportan el gran falo/ enhiesto en su loriga

Trompetas ronquen ronquen/ en el cortejo llegan
Hinchados los testículos /pletóricos de celo

Trompetas rujan rujan/ en retaguardia vamos
Duros de nalgas fuertes/ con nuestra raja airosa
Los culos ¡Somos culos!/ ¡la gloria de los hombres!

(29) El himno está escrito en tetrámetros yámbicos, traducidos en dos hemistiquios heptasílabos por Abreu Villalonga. Es uno de los poemas que aparece completo en el texto griego. Seguramente se trataba de un himno procesional que cantaba un coro mientras se transportaba ritualmente un enorme falo. Piénsese en algún reperto arqueológico conocido, como en el caso de la isla de Delos, de la que se hablará más adelante.

La "PROCTOMAQUIA" o "EL CANTAR DE LOS CULOS"

POEMA ÉPICO-PARÓDICO de Aristón de Mitiline
(Versión y notas de Horacio Argüello)
Edición a cargo de Wenceslao Maldonado
Wenceslao Maldonado

miércoles, 27 de mayo de 2009

EL HIPOGRIFO

Jean Auguste Dominique Ingres:Roger montado sobre un hipogrifo rescata a Angélica.
Fuente:Wikipedia
EL HIPOGRIFO
Para significar imposibilidad o incongruencia, Virgilio habló de encastar caballos con grifos. Cuatro siglos después, Servio el comentador afirmó que los grifos son animales que de medio cuerpo arriba son águilas, y de medio abajo, leones. Para dar mayor fuerza al texto, agregó que aborrecen a los caballos... Con el tiempo, la locución "Jungentur jam grypes equis" (cruzar grifos con caballos) llegó a ser proverbial; a principios del siglo XVI, Ludovico Ariosto la recordó e inventó el Hipogrifo. Águila y león conviven en el grifo de los antiguos; caballo y grifo en el Hipogrifo ariotesco, que es un monstruo o una imaginación de segundo grado. Pietro Micheli hace notar que es más armonioso que el caballo con alas.
Su descripción puntual, escrita para un diccionario de zoología fantástica, consta en el Orlando Furioso: "No es fingido el corcel, sino natural, porque un grifo lo engendró en una yegua. Del padre tiene la pluma y las alas, las patas delanteras, el rostro y el pico; las otras partes, de la madre y se llama Hipogrifo. Vienen (aunque, a decir verdad, son muy raros) de los montes Rifeos, más allá de los mares glaciales".
La primera mención de la extraña bestia es engañosamente casual: "Cerca de Rodona vi un caballero que tenía un gran corcel alado".
Otras octavas dan el estupor y el prodigio del caballo que vuela. Esta es famosa:

E vede l'oste e tutta la famiglia,
E chi a finestre e chi fuor ne la via,
Tener levati al ciel gli occhi e le ciglia,
Come L'Ecclisse o la Cometa sia.
Géde la Donna un'alta maraviglia
Che di Ieggier creduta non saria:
Vede passar un gran destriero a!ato,
Che porta in aria un cavalliero armato'.

Y vio al huésped y a toda la familia,
Y a otros en las ventanas y en las calles,
Que elevaban al cielo los ojos y las cejas,
Como si hubiera un eclipse o un cometa.
Vio la mujer una alta maravilla,
Que no sería fácil de creer:
Vio pasar un gran corcel alado,
Quellevaba por los aires a un caballero armado.

Astolfo, en uno de los cantos finales, desensilla el Hipogrifo y lo suelta.
El libro de los seres imaginarios
(El Manual de zoología fantástica)
Jorge Luis Borges/Margarita Guerrero

El escritor sería el corazón de la ciudad

Colonia, 1945. Fuente:Wikipedia
Las palabras del regreso
VI
Del escribir
......
Pues que el escritor, el verdadero escritor, es el que a solas clama a los cielos, el que se arriesga, porque de ello tiene el mandato: un mandato de expresar, y en la forma más indeleble posible, aquello que clama a los cielos. Y este es el escritor. El filósofo no clama, no se arriesga en el piélago insondable. Diógenes con su tonel estaba en una ciudad. Filosofar, pues, debe ser cosa muy esencial para la ciudad, para que la haya. El escritor es imprescindible para que aún aquello que en la ciudad ocurra, y clame al cielo, no se quede oculto bajo el silencio opaco, para que salte clamando a los cielos, y si fuera así, el escritor sería el corazón de la ciudad, su centro, el único que podría rescatar a la ciudad de haber sido desposeída de su centro, allanada en verdad.
Las palabras del regreso
(Edición de Mercedes Gómez Blesa)
(El País,Madrid, 16 de junio de 1985, pág.13)
María Zambrano

martes, 26 de mayo de 2009

De viaje entre un sitio y otro

Frank Licsko. Tormenta
SIN dejar nada, nada por delante;
cuando te detengas al anochecer
el cielo estará en ruinas,
cuando oigas pájaros tardíos
cantando con la garganta cansada
piensa la suerte que tienes de que
sabiendo que llegabas,
se quedaron levantados para saludarte
a ti que viajas de un sitio a otro
cuando la tarde anochecida
se interna en los bosques, cuando
nada importa en realidad.

la confesión del pequeño Juan
Brian Patten

lunes, 25 de mayo de 2009

La sombra del Kilimanjaro


Adia. Muchacha africana
Las tres tribus que vivieron y viajaron en el Tsavo en los años anteriores a su transformación en parque -los wakamba, waliangulu y los orma- eran capaces de pasar semanas e incluso meses en las regiones de arbustos espinosos sólo con lo que podían recolectar y cazar. En el relato de su viaje por el Sabaki en 1890, Lugard describió cómo en esta región podías encontrar ormas paseando, en el sentido que los aborígenes australianos le dan al término. "De pronto doblas un recodo en el serpenteante sendero de los animales", escribió Lugard, "y te encuentras cara a cara con un galla (orma) acompañado de dos o tres amigos, cada uno con una lanza de dos metros de largo. Le preguntas adónde va y de dónde viene, y te contesta con absoluta naturalidad, como si te hubiese esperado todo el día, que está "paseando" por gusto. Si preguntas, averiguarás que ese paseo empezó con toda probabilidad hace un par de meses y que todavía durará un mes o más, que cubre entre treinta y cincuenta kilómetros al día, y que en ese paseo no hay otro objetivo para el galla que su gusto por deambular, y que no lleva más ropas o pertenencias de ningún tipo que su lanza de dos metros".

La sombra del Kilimanjaro
Rick Ridgeway

domingo, 24 de mayo de 2009

Enormes minucias

E. O. Hoppe. G. K. Chesterton.
Y es que ninguno de nosotros pensamos bastante en esas cosas, en esas cosas en que nuestros ojos descansan. ¿Por qué han de ser los ojos tan haraganes? Ejercitemos los ojos hasta que puedan ver los hechos llamativos que cruzan el paisaje tan claros como una valla vistosa. Seamos atletas oculares. Aprendamos a escribir ensayos sobre un gato extraviado o sobre una nube iridiscente.

Enormes minucias
G. K. Chesterton

Poesía

Fuente de la imagen: Propia
"¿Qué milagro sucede? Anhelamos unas fuentes potables,
¡oh, tierra!, y ¿qué es lo que nos envía tu regazo?
¿Late también la vida en los profundos abismos? ¿Acaso oculta bajo la lava vive
alguna generación nueva? O ¿vuelven quizás las generaciones idas?
Griegos, romanos, ¡venid! Mirad: la antigua Pompeya
ha surgido de nuevo, de nuevo se edifica la ciudad de Herculano"
Poesía
F. Schiller

¿Qué es el tiempo?

Sandro Botticelli: San Agustín (Detalle). Fuente: Wikipedia

Confesiones
Libro XI

Capítulo 14
¿Qué es el tiempo?
17
Ningún tiempo hubo, pues, en que nada habíais hecho, puesto que el mismo tiempo Vos lo habíais hecho.
Y no hay tiempos que sean coeternos con Vos, porque Vos permanecéis; mas ellos, si permaneciesen, no serían tiempos. Porque ¿qué es el tiempo? ¿Quién podrá breve y fácilmente explicarlo? Quién, para expresarlo con palabras, podrá con el entendimiento comprenderlo?
Y, sin embargo, ¿qué cosa mencionamos al hablar, más familiar y más conocida que el tiempo? Y lo entendemos, por cierto, cuando lo nombramos, y lo entendemos cuando lo oímos en boca de otro.
¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo al que me pregunta, no lo sé; pero sin vacilación afirmo saber, que si nada pasase, no habría tiempo pasado; si nada hubiera de venir, no habría tiempo futuro; y si nada hubiese, no habría tiempo presente. ¿Cómo son, pues, aquellos dos tiempos, el pretérito y el futuro, si el pretérito ya no es, y el futuro todavía no es? Y el presente, si fuese siempre presente, y no pasase a pretérito, ya no sería tiempo, sino eternidad. Si, pues, lo que hace que el presente sea tiempo, es que pasa a pretérito, ¿cómo decimos que tiene ser una cosa, cuya causa de ser es que no será; de suerte que no podemos decir con verdad que es tiempo, sino porque tiende a no ser?
Confesiones
San Agustín

sábado, 23 de mayo de 2009

En un país extraño

Nat Farbman. William Somerset Maugham.
Soy andariego por natural inclinación, pero no viajo sólo por contemplar monumentos imponentes,, que en verdad no dejan de hastiarme, ni para recrear mi vista con hermosos paisajes, de los cuales me canso pronto. Viajo con el único propósito de estudiar a los hombres.
Trato de evitar a los poderosos. No me molestaría en cruzar la calle para saludar a un presidente o a un rey; me satisface conocer a un escritor por sus libros o a un pintor por sus cuadros, pero he recorrido cientos de kilómetros a fin de poder entrevistarme con algún misionero del cual he sabido un relato extraño, y he pasado a veces hasta una quincena en un hotel inmundo con el único propósito de conocer más profundamente a un jugador de billar, por ejemplo.
Me atrevería a decir que no me sorprende el contacto con ninguna clase de personas, si no existiera un tipo clásico por excelencia que invariablemente se ha interpuesto en mi camino, admirándome y divirtiéndome al mismo tiempo. Me refiero a la mujer inglesa de edad indefinida, con holgados medios de vida por regla general, que uno suele hallar sola en los lugares menos imaginables y frecuentados de nuestro planeta.
Por esta razón, a uno no le sorprende que le digan que en tal o cual villa situada en las afueras de un pueblecito italiano, en la ladera de una montaña, vive una dama inglesa, única en la vecindad; lo mismo puede suceder en una solitaria hacienda de Andalucía. Pero lo que sí sorprende es saber que la única persona blanca que habita en cierta ciudad de la China sea una inglesa, no una misionera, sino una dama cuya estancia en aquel lugar no podemos llegar a explicar.

Cosmopolitas
William Somerset Maugham

Eurídice y Orfeo

Compagnie Marie Chouinard:Orphée et Eurydice.Fuente:www.theatredelaville-paris.com
Georgica
Liber quartus

[485]-[506]
iamque pedem referens casus evaserat omnis,
redditaque Eurydice superas veniebat ad auras
pone sequens (namque hanc dederat Proserpina legem),
cum subita incautum dementia cepit amantem,
ignoscenda quidem, scirent si ignoscere Manes:
restitit, Eurydicenque suam iam luce sub ipsa
immemor heu! victusque animi respexit. ibi omnis
effusus labor atque immitis rupta tyranni
foedera, terque fragor stagnis auditus Avernis.
illa «quis et me» inquit «miseram et te perdidit, Orpheu,
quis tantus furor? en iterum crudelia retro
fata vocant, conditque natantia lumina somnus.
iamque vale: feror ingenti circumdata nocte
invalidasque tibi tendens, heu non tua, palmas.»
dixit et ex oculis subito, ceu fumus in auras
commixtus tenuis, fugit diversa, neque illum
prensantem nequiquam umbras et multa volentem
dicere praeterea vidit; nec portitor Orci
amplius obiectam passus transire paludem.
quid faceret? quo se rapta bis coniuge ferret?
quo fletu Manis, quae numina voce moveret?
illa quidem Stygia nabat iam frigida cumba.

Geórgicas
LIBRO IV

[485]-[506]
Y ya, volviendo sobre sus pasos, había superado todos los imprevistos, y Eurídice, a la que había recuperado, llegaba a las auras de arriba, siguiéndole detrás (pues Prosérpina le había puesto esta condición), cuando cogió al imprudente enamorado un acceso súbito de locura, perdonable ciertamente, si los manes supiesen perdonar. Se detuvo, y ya al borde mismo de la luz, sin acordarse, ay, y sin poderse contener, se volvió para mirar a su querida Eurídice. En ese instante, todo su esfuerzo se perdió, quedó roto el pacto del cruel tirano y por tres veces se oyó un fragor en las marismas del Averno. Ella gritó: "¿Qué locura, qué locura tan grande me ha perdido, desgraciada de mí, y te ha perdido, Orfeo? He aquí que por segunda vez los hados crueles me hacen volver y el sueño cierra mis ojos embriagados. Y ahora, adiós. Me llevan envuelta en la vasta noche, y tiendo hacia ti, sin ser tuya, ay, mis manos impotentes." Dijo, y de repente escapó de su vista, alejándose como el humo se une a las brisas sutiles, y no lo vio más, mientras él agarraba en vano las sombras y quería decirle muchas cosas. Y el barquero del Orco no le permitió atravesar más la laguna que se interponía. ¿Qué podía hacer? ¿Adónde dirigirse después que le habían quitado por dos veces la esposa? ¿Qué llanto podía conmover a los manes? ¿Qué dioses podían conmover sus palabras? Ella a no dudarlo navegaba ya fría en la barca estigia.
Geórgicas
Virgilio

viernes, 22 de mayo de 2009

Retiro en Chung Nang

Chen Chun Zhong. Montañas Azules.

En la edad madura tengo gusto por el Tao,
ya tarde, me albergo en la Montaña del Sur.
Surgen los sentimientos: ando solo por ahí,
contemplando las escenas soy consciente de mí mismo.
Llego al sitio donde el arroyo termina,
me siento y miro, las nubes surgen en ese momento.
A veces me encuentro con un habitante de los bosques,
charlamos y reímos, no pensamos en volver.

Traducción de Marcela de Juan

Retiro en Chung Nang
Wang Wei (701-761)

jueves, 21 de mayo de 2009

Monton de trigo es tu vientre hermoso

Fuente:Wikipedia
El Cantar de Cantares
en octava rima
Capítulo VII

COMPAÑERAS

Quán bellos son tus pasos, y el de tu andar,
los tus graciosos píes, y ese calzado,
los muslos una aljorca por collar,
de mano de maestro bien labrado:
tu ombligo es una taza circular ,
llena de un licor dulce muy preciado,
monton de trigo es tu vientre hermoso,
cercado de violetas, y oloroso.
Tus pechos son belleza, y ternura,
dos cabritos mellizos, y graciosos;
y torre de marfil de gran blancura
tu cuello, y los tus ojos tan hermosos
estanques de Esebon de agua pura,
qu' en puerta Batrabim están vistosos:
tu nariz una torre muy preciada,
del líbano á Damasco está encarada
Tu cabeza al carmelo, levantado
sobre todos los montes, parescia:
y el tu cabello roxo, y encrespado,
color de fina púrpura tenía:
el Rey en sus regueras está atado,
que desasirse de ahí ya no podía:
¡ó quán hermosa eres, y agraciada,
amiga, y en deleites muy preciada!
Una muy bella palma, y muy crecida
parece tu presencia tan preciada,
de unos racimos dulces muy ceñida,
que son tus lindos pechos, desposada.
Dixe, yo subiré en la palma erguida,
asiré los racimos de la amada,
racimos de la vid dulces, y hermosos
serán tus pechos lindos, y graciosos.
Un olor de manzanas parecía
el huelgo de tu boca tan graciosa,
y como el suave vino bien olia:
tu lindo paladar, ó linda Esposa,
qual vino que al amado bien sabia,
y á las derechas era dulce cosa,
que despierta los labios ya caidos,
y gobierna la lengua y los sentidos.
Cantar de Cantares
(Edición crítica de Fray Antolín Merino)
Fray luis de León

miércoles, 20 de mayo de 2009

Tierras de cristal

Judy Gibson. Preparativos de viaje.
De cuando en cuando el señor Rail volvía. Por regla general, eso sucedía cierto tiempo después de que hubiera partido. Este hecho resulta indicativo del orden interno, psicológico e incluso diríase moral del personaje. A su manera, el señor Rail amaba la exactitud.
Más difícil de entender era por qué, de cuando en cuando, partía. No había nunca una verdadera, plausible razón para que lo hiciera, ni una estación o un día o una circunstancia particulares. Simplemente, partía. Pasaba jornadas enteras haciendo preparativos, los más grandes y los más insignificantes, carruajes, cartas, maletas, sombreros, el escritorio de viaje, el dinero, testamentos, cosas así, hacía y deshacía, por lo general más bien sonriendo, como siempre, pero con la paciente y desordenada alacridad de un insecto confuso, enfrascado en una especie de rito doméstico que habría podido durar hasta la eternidad si, al final, no finalizara con una ceremonia prevista y obligada, una ceremonia ínfima, casi imperceptible y absolutamente íntima: apagaba la lámpara, él y Jun permanecían en la oscuridad, en silencio, uno junto al otro en la cama en vilo sobre la noche, ella dejaba deslizar unos instantes de nada, luego cerraba los ojos y en lugar de decir
-Buenas noches
decía
-¿Cuándo te marchas?
-Mañana, Jun
Al día siguiente, partía.
Adónde iba, nadie lo sabía. Ni siquiera Jun. Algunos sostienen que ni siquiera él mismo lo sabía muy bien: y citan como prueba el famoso verano en que partió la mañana del siete de agosto y regresó la tarde del día siguiente, con las siete maletas intactas y la cara del que está haciendo lo más normal del mundo. Jun no preguntó nada. Él no dijo nada. Los sirvientes deshicieron las maletas. La vida, tras un momento de titubeo, se puso de nuevo en marcha.

Traducción de Carlos Gumpert y Xavier González Rovira 

Tierras de cristal
Alessandro Baricco

martes, 19 de mayo de 2009

El pensamiento no es más que un relámpago en medio de una noche larga

Henri Poincaré. Fuente:Wikipedia
La Valeur de la Science
Troisième partie
La valeur objective de la science
Chapitre XI
La science et la réalité
8.La science pour la science
......
Toute action doit avoir un but. Nous devons souffrir, nous devons travailler, nous devons payer notre place au spectacle, mais c’est pour voir ; ou tout au moins pour que d’autres voient un jour.
Tout ce qui n’est pas pensée est le pur néant ; puisque nous ne pouvons penser que la pensée et que tous les mots dont nous disposons pour parler des choses ne peuvent exprimer que des pensées ; dire qu’il y autre chose que la pensée, c’est donc une affirmation qui ne peut avoir de sens.
Et cependant - étrange contradiction pour ceux qui croient au temps - l’histoire géologique nous montre que la vie n’est qu’un court épisode entre deux éternités de mort, et que, dans cet épisode même, la pensée consciente n’a duré et ne durera qu’un moment. La pensée n’est qu’un éclair au milieu d’une longue nuit.
Mais c’est cet éclair qui est tout.

El valor de la ciencia
Tercera parte
El valor objetivo de la ciencia
Capítulo XI
La ciencia y la realidad
8.La ciencia por la ciencia
......
Toda acción debe tener un fin. Debemos sufrir, trabajar, pagar nuestro lugar en el espectáculo; pero es para ver o, por lo menos, para que otros vean un día.Todo lo que no es pensado es la pura nada, puesto que no podemos pensar que el pensamiento y todas las palabras de que disponemos para hablar de las cosas no pueden expresar más que pensamientos; decir que hay otra cosa en el pensamiento es, pues, hacer una afirmación que no puede tener sentido.
Y no obstante-extraña contradicción para los que creen en el tiempo-la historia geológica nos muestra que la vida sólo es un corto episodio entre dos eternidades de muerte y que, en ese mismo episodio, el pensamiento consciente no ha durado ni durará más que un momento. El pensamiento no es más que un relámpago en medio de una noche larga.
Pero este relámpago lo es todo
El valor de la ciencia
(Traducción directa del original francés prólogo
y notas de
Alfredo B. Besio y José Banfi
Henri Poincaré

lunes, 18 de mayo de 2009

¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!

Les fleurs du mal
Spleen et idéal
L'Homme et la mer

Homme libre, toujours tu chériras la mer!
La mer est ton miroir; tu contemples ton âme
Dans le déroulement infini de sa lame,
Et ton esprit n'est pas un gouffre moins amer.

Tu te plais à plonger au sein de ton image;
Tu l'embrasses des yeux et des bras, et ton coeur
Se distrait quelquefois de sa propre rumeur
Au bruit de cette plainte indomptable et sauvage.

Vous êtes tous les deux ténébreux et discrets:
Homme, nul n'a sondé le fond de tes abîmes;
Ô mer, nul ne connaît tes richesses intimes,
Tant vous êtes jaloux de garder vos secrets!

Et cependant voilà des siècles innombrables
Que vous vous combattez sans pitié ni remords,
Tellement vous aimez le carnage et la mort,
Ô lutteurs éternels, ô frères implacables!


Las flores del mal
Spleen e ideal
El hombre y el mar

¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!
El mar es tu espejo; contemplas tu alma
En el desarrollo infinito de su oleaje,
Y tu espíritu no es un abismo menos amargo.

Te complaces hundiéndote en el seno de tu imagen;
La abarcas con ojos y brazos, y tu corazón
Se distrae algunas veces de su propio rumor
Al ruido de esta queja indomable y salvaje.

Ambos sois tenebrosos y discretos:
Hombre, nadie ha sondeado el fondo de tus abismos,
¡Oh, mar, nadie conoce tus tesoros íntimos,
Tan celosos sois de guardar vuestros secretos!

Y empero, he aquí los siglos innúmeros
En que os combatís sin piedad ni remordimiento,
Tanto amáis la carnicería y la muerte,
¡Oh, luchadores eternos, oh, hermanos implacables!
Las flores del mal
Charles Baudelaire

Carta a Lou Andreas-Salomé

Luis Romero. Divisando Ronda.
Ronda, España, Hotel Reina Victoria, 19 de Dbre. 1912.
Querida Lou:
... Emprendí viaje hacia el sur, me detuve asombrado ante Córdoba, tuve tiempo para percatarme que Sevilla no me decía nada, y algo me llevó a Ronda. Y heme aquí ahora donde, en un ambiente no menos increíble espero tan sólo una mejor repartición de la sangre bajo la influencia del aire puro de altura que, procedente de las montañas abiertas en círculo, acaricia por todas partes esta ciudad encaramada también sobre rocas escarpadas.
Cuando despierto por las mañanas aparece ante mi ventana abierta la montaña tranquila, tendida en el espacio puro. ¿Cómo me las arreglo para que esto no me conmueva lo más mínimo? Hace cuatro o cinco años nada más, un amanecer, durante la travesía de Capri en dirección a Nápoles, era capaz de transformarme de arriba abajo en puro gozo, en un gozo completamente nuevo, nunca antes experimentado, un gozo que brotaba de mí y llegaba a todos los seres como el hallazgo de una fuente. Y ahora estoy sentado aquí y miro y miro hasta dolerme los ojos, y trato de grabarme lo que estoy viendo y me lo repito como si tuviera que aprenderlo de memoria, y, a pesar de todo, no lo hago mío y soy sencillamante como uno cualquiera al que esto le estuviera vedado.

Debo decirte, Lou, que tengo la sensación como si lo que a mí tal vez me podría ayudar fuese un ambiente semejante al que he tenido a tu lado en Schmagendorf: largos paseos por el bosque, correr descalzo y dejar crecer la barba día y noche, un cuarto templado, y la luna tantas veces como se digne salir, y las estrellas, si es que las hay, de lo contrario arrellanarse cómodamente en el asiento y oir la lluvia o la tempestad como si eso fuese Dios mismo.
Cuando hagas algún viaje, querida Lou, acuérdate y toma nota por si ves algún lugar donde esto pudiera ser factible. A veces pienso en la Selva Negra, en la comarca de Triberg, en Rippoldsau; otras veces pienso de nuevo en Suecia, como, por ejemplo, en casa de Ellen Key (pero mejor quisiera no estar "en casa" de nadie), o en su cercanía junto a un lago en medio de los bosques, o en la proximidad de una pequeña ciudad universitaria alemana, pues tener libros, o mejor todavía, una persona con quien se pudiera aprender, eso sería, naturalmente, ideal.

Carta a Lou Andreas-Salomé
Rainer Maria Rilke

domingo, 17 de mayo de 2009

Retrato de la mujer en la Antología Palatina

Lucas Cranach el Viejo:Las Tres Gracias. Fuente:Wikipedia

La imagen literaria de Eros en la Antología Palatina, Libro V

III.2 RETRATO DE LA MUJER -OBJETO ERÓTICO- EN V, A.P.

La mujer tiene cabellos seductores. Gustan si son rubios, si son morenos, si tienen canas; pueden ir sueltos, en cascadas de rizos o recogidos, enmarcados por guirnaldas de flores, bajo un pañuelo o velo. Los ojos son de oro. Destila fuego la mirada. Tiene ojos de novilla. En el acto de amor su mirada languidece o relampaguea. Las cejas enmarcan la mirada, son pobladas, negras, hermosas. Gusta la sonrisa dulce, sensual. Las mejillas tienen la propiedad del cristal, son blancas. Blanco es también el cuello, luminoso y erguido. Suaves son los brazos cuando ciñen, de nieve y rosa. Los tobillos llevan ajorcas de oro, son bellos, orgullosos. Blancos o de plata son los pies. Las formas de la mujer son esbeltas, deliciosas, hay esplendor, parecen divinas. La piel es mórbida, tiene tersura, seducción, destila ambrosía y néctar. El aliento es dulce. Su charla es amena, sus labios parlanchines... Ella contonea provocadoramente las caderas. Las piernas son apretadas, las rodillas de ambrosía, los muslos blancos y suaves. La boca y los labios son placenteros, semejan a la purpúrea rosa, dulces y sabrosos como la miel y el néctar, frescos como el rocío. Motivo erótico constante son los pechos: blancos como la leche, las manzanas, la nieve; risueños, semejantes a las rosas; saben a miel; erguidos y de esplendoroso fulgor excitan y encantan77. Las formas del cuerpo femenino se transparentan, desnudas y excitantes, entre las aguas, mientras el hombre contempla la escena del baño La melena cae sobre los hombros; pechos, nalgas, sexo se dejan entrever, palpitan y ondulan a través del movimiento del agua. Recreando eróticamente el juicio de Paris, el poeta se imagina juez en una competición de sexos.
Nalgas, muslos, piernas, sexos -cristal, rosas, néctar, hoyuelos, oleaje incitante- surgen en medio de una completa desnudez. Describiendo la unión sexual, el poeta se fija también en las nalgas, piernas, sexo de ella. Ella lleva vestidos que transparentan, túnicas que ciñen, velos que tocan los pechos, joyas que rodean y, tal vez, son innecesarias. Un grupo de poemas recrean -convirtiéndolos a los fines eróticos- el género de los epigramas votivos: el amante o el propio poeta ofrecen a los dioses -Cipris, Príapo-, en calidad de exvoto, objetos que estuvieron presentes en la noche amor: sostén, sandalias, guirnaldas...
La imagen literaria de Eros en la Antología Palatina, Libro V
(Espéculo. Revista de estudios literarios.
Universidad Complutense de Madrid)

(http://www.ucm.es/info/especulo/numero23/im_eros.html)
Paloma Andrés Ferrer

sábado, 16 de mayo de 2009

Viaje a Lhasa

Vassi Koutsaftis. El Potala, Lhasa, Tibet
La mujer nos condujo a un extremo de la ciudad, un lugar que tenía una vista espléndida y desde donde se veía el Potala. Esto me alegró, porque durante todo el viaje había soñado con encontrar en Lhasa un alojamiento desde donde pudiera contemplarlo a mi gusto. La casa en la que nos alquilaron una minúscula habitación estaba medio en ruinas, muy propia para alejar todo tipo de sospecha que hubiera podido poner nuestro incógnito en peligro. A nadie se le podía ocurrir que hubiera allí una peregrina extranjera y los pordioseros del lugar ignoraron siempre quién era yo.
La mujer que nos había llevado hasta allí se fue, después de haberse despedido brevemente. No la volvimos a ver.
Por la noche, antes de dormirnos en nuestro cuchitril, le pregunté a mi fiel compañero de ruta:
-¿Puedo decir ya que hemos ganado la partida?
-Lha gyalo. Dé tamtché pam! -respondió, como queriendo decir, con toda la alegría que le salía del corazón: "Estamos en Lhasa".
Había llegado a Lhasa, felizmente. Lo más difícil se había realizado, pero la lucha distaba mucho de haber terminado. Estaba en Lhasa. Ahora se trataba de quedarse.
Aunque había llegado a Lhasa más por aceptar un desafío que por un vivo deseo de visitarla, una vez allí consideraba que debía tener una compensación por las fatigas y vejaciones que había soportado hasta llegar a mi objetivo. Me hubiera sentido avergonzada si alguien me hubiera reconocido y me hubieran encerrado en una habitación para llevarme después a la frontera sin haber podido siquiera mirar los edificios. Eso no podía ocurrir. Quería subir hasta lo más alto del Potala, visitar los santuarios y los monasterios de los alrededores, asistir a las diversas ceremonias y disfrutar de las fiestas del Nuevo Año. Esta recompensa me la merecía, no iba a renunciar a ella.

Viaje a Lhasa
Alexandra David-Néel

El olor del regreso

Sara Facio. Pablo Neruda
Mi casa es profunda y ramosa. Tiene rincones en los que, después de tanta ausencia, me gusta perderme y saborear el regreso. En el jardín han crecido matorrales misteriosos y fragancias que yo desconocía. El álamo que planté en el fondo y que era esbelto y casi invisible es ahora adulto. Su corteza tiene arrugas de sabiduría que suben al cielo y se expresan en un temblor continuo de hojas nuevas en la altura.
Los castaños han sido los últimos en reconocerme. Cuando llegué, se mostraron impenetrables y hostiles con sus enramadas desnudas y secas, altos y ciegos, mientras alrededor de sus troncos germinaba la penetrante primavera de Chile.

La biblioteca me reserva un olor profundo de invierno y postrimerías. Es entre todas las cosas la que más se impregnó de ausencia.
Junto a la vieja ventana, frente al cielo andino blanco y azul, por detrás de mí siento el aroma de la primavera que lucha con los libros. Éstos no quieren desprenderse del largo abandono, exhalan aún rachas de olvido. La primavera entra en las habitaciones con vestido nuevo y olor a madreselva.
Los libros se han dispersado locamente en mi ausencia. No es que falten sino que han cambiado de sitio. Junto a un tomo del austero Bacon, vieja edición del siglo XVII, encuentro La Capitana de Yucatán, de Salgari, y no se han llevado mal, a pesar de todo. En cambio, un Byron suelto, al levantarlo, deja caer su tapa como un ala oscura de albatros. Vuelvo a coser con trabajo lomo y tapa, no sin antes recibir en los ojos una bocanada de frío romanticismo.
Los caracoles son los más silenciosos habitantes de mi casa. Ahora, estos años les han agregado tiempo y polvo. Sin embargo, sus fríos destellos de madreperla, sus concéntricas elipses góticas o sus valvas abiertas, me recuerdan costas y sucesos lejanos...

Para nacer he nacido
Pablo Neruda

Hércules y las yeguas de Diómedes

Johann Gottfried Schadow:Hércules y las yeguas de Diómedes, relieve en terracota, 1790.
Fuente: Wikipedia


Los doce trabajos de Hércules
Capítulo seís
Cómo fue la crueldad de Diómedes castigada y penada en él mesmo.
Fue el sexto trabajo de Hércules quando por la crueldad de Diómedes, rey de Tracia, refrenó aquella, [siquier] le puso fin dando carne humana a los sus cavallos por vianda.

Historia nuda.

La fictión por los poetas desto fue así ordenada. Diómedes tornando del cerco de Troya, como en su reyno no fuese rescebido, fue a Tracia y seyendo rey della diose al reposo y ociosidad. Después de la vitoria alcançando estado real, imperándose y ocupando en tener gran estado usava mayormente en muchedumbre de cavallos y muy fermosos y tanto que por los engordar y dar fuerça dávales a comer humana carne. E por que dello oviesen abondo, mandó a cierta gente de armas estar por los caminos y pasos que tomasen [qualesquier] personas que fallasen [trayéndolos] para cevar y criar y engordar los sus cavallos deziéndoles que quando no fallasen de estas tales viandas tomasen de los de su reyno. E los mandava así cruelmente despedaçar como si fuesen salvajes bestias para otra cosa no aprovechables sino al criamiento y manjar de sus cavallos. Tanto duró aquesta cruel y fiera manera fasta que se estendió la fama por las cercanas y vezinas cibdades y regiones y no osavan pasar de los moradores alguno dellos por el reyno de Grecia. E los del reyno cada día se ivan fuyendo en grand número [desamparando] su tierra y los proprios bienes y eredades por temor [siquiera] miedo del inhumano y cruel Diómedes.
Alguno dellos, sabiendo que Hércules zelador del bien común virtuoso y provado cavallero contrariava y corregía por el mundo tales mostruosidades y maneras desaguisadas do quier que lo sabía a Juno, invocaron demandando la su ayuda presentándole por la [información] acabada la piadosa y miserable visitación y destruyción del noble reyno de Tracia que antes de aquellas cosas solía ser complidamente poblado, abondoso [y] resplandeciente entre todos los reynos de Grecia. Entonce Hércules, movido por valiente coraçón provocado a la piadosa quexa, doliéndose de tan grand reyno, fue poderosamente al reyno de Tracia y tomó al rey Diómedes tajando y partiendo por menudas partes sus carnes y diolas a comer a los sus cavallos por vengança y pena a quien el dicho rey avía fecho inhumanamente carne de tantos hombres comer sin medida. E después mató los dichos cavallos y partiólos por miembros apartados lançándolos en desviados lugares por que no quedase exemplo de tan no oída fasta entonces abusión.
Los doce trabajos de Hércules
(Edición de Eva Soler Sasera)
Enrique de Villena

viernes, 15 de mayo de 2009

Hay que meditar lo que produce la felicidad

Yeltsin y Clinton riéndose. Fuente:Wikipedia
Carta a Meneceo
Epicuro a Meneceo: salud y alegría.
Nadie por ser joven vacile en filosofar ni por hallarse viejo de filosofar se fatigue. Pues nadie está demasiado adelantado ni retardado para lo que concierne a la salud de su alma. El que dice que aún no le llegó la hora de filosofar o que ya le ha pasado es como quien dice que no se le presenta o que ya no hay tiempo para la felicidad. De modo que deben filosofar tanto el joven como el viejo: el uno para que, envejeciendo, se rejuvenezca en bienes por el recuerdo agradecido de los pasados, el otro para ser a un tiempo joven y maduro por su serenidad ante el futuro. Así pues, hay que meditar lo que produce la felicidad, ya que cuando está presente lo tenemos todo y, cuando falta, todo lo hacemos por poseerla.
Carta a Meneceo
(Traducción de Carlos García Gual en "Epicuro")
Epicuro

martes, 12 de mayo de 2009

FORTUNA CAECA EST

Fuente:www.miathletic.com
Copa de S.M. el Rey
Final 2009
Athletic Club-F.C.Barcelona
FORTUNA CAECA EST
¡Aúpa Athletic!
dedicado a Gavilán

Prólogo de José Manuel prieto a "La reliquia viviente", de Ivan Turguéniev

En estos relatos encontramos la respuesta al interrogatorio planteado al principio acerca de la total frescura de los apuntes de un cazador, su absoluta modernidad. Aventuremos ésta: la clave está en la "objetividad" ejemplar con que se cuenta todo, en "la invisibilidad del dispositivo narrativo". Y aunque el género del relato haya evolucionado en el siglo XX hacia la tormentosa irrealidad kafkiana o el ensayo-comentario de Borges, el viejo y nuevo arte de narrar historias aparece en Turguéniev como núcleo o condensación de lo esencial: una circunstancia, un lugar, un personaje, un hecho curioso y un narrador dispuesto a contarlo.

Prólogo de José Manuel Prieto a "La reliquia viviente", de Ivan Turguéniev

El libro..., tiene su amor.

Kate Winslet and David Kross in "The Reader".Photo by: Melinda Sue Gordon © 2008 The Weinstein Co.Fuente:www.allmoviephoto.com
(El libro que está leyendo el muchacho es Emilia Galotti de Lessing.
Una tragedia como la cara de la mujer que está junto a él)

Las palabras del regreso
V
El libro
El libro: ser viviente
......
El libro existe de por sí, lleva su ser propio, tiene su hueco,tiene su ausencia, tiene su amor. Recoge la voz y la irradia, recoge la indiferencia como si fuera, no sé, un extraño ser animado. Nos acompaña su ausencia, nos sobrecoge su presencia, nos solicita. Y puede suceder lo más increible: que solamente por tener un libro cerca, tocándolo, se comience ya a saber lo que contiene. Una manifestación singular, diferente y distinta de todos los demás seres.
Las palabras del regreso
(Edición de Mercedes Gómez Blesa)
(Diario 16, año XI, Madrid,20 de abril de 1986
(Sup. "Culturas, núm. 54, pág. VIII)

María Zambrano

lunes, 11 de mayo de 2009

Así empezó todo

Poster de Star Trek. Dirección de J.J. Abrams.(Basado en los personajes de Gene Roddenberry). Zachary Quinto como Spock y Chris Pine como Capitán James T. Kirk. Fuente:Wikipedia

Star Trek
Así empezó todo

domingo, 10 de mayo de 2009

Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas

Mauricio Antón:Familia de Atapuerca. Fuente:www.mauricioanton.com/es/
2001: A Space Odyssey
"Behind every man now alive stands 30 ghosts, for that is the ratio by which the dead outnumber the living. Since the dawn of time, roughly a hundred billion human beings have walked the planet Earth.
Now this is an interesting number, for by a curious coincidence there are approximately a hundred billion stars in our local universe, the Milky Way. So for every man who has ever lived, in this Universe there shines a star."

2001: Una Odisea Espacial
“Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra.
“Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese universo”.
2001: Una Odisea Espacial
Arthur C. Clarke

sábado, 9 de mayo de 2009

Viejo Ciego

Horacio Godoy y Cecilia Garcia en la Viruta con la Orquesta de Morgado y la voz de Polaco Goyeneche
"Viejo Ciego" - Letra de Homero Manzi y Música de Sebastian Piana y Cátulo Castillo.

Para Begotxu, In Memoriam
Con un lazarillo llegás por las noches
trayendo las quejas del viejo violín,
y en medio del humo parece un fantoche
tu rara silueta de flaco rocín.
Puntual parroquiano tan viejo y tan ciego,
al ir destrenzando tu eterna canción,
ponés en las almas recuerdos añejos
y un poco de pena mezclás al alcohol.

El día en que se apaguen tus tangos quejumbrosos
tendrá crespones de humo la luz del callejón,
y habrá en los naipes sucios un sello misterioso
y habrá en las almas simples un poco de emoción.

El día en que no se oiga la voz de tu instrumento
cuando dejés los huesos debajo de un portal
los bardos jubilados, sin falso sentimiento
con una "canzonetta" te harán el funeral.

Parecés un verso del loco Carriego
parecés el alma del mismo violín.
Puntual parroquiano tan viejo y tan ciego,
tan llena de pena, tan lleno de esplín.

Cuando oigo tus notas me invade el recuerdo
de aquella muchacha de tiempos atrás.
A ver, viejo ciego, tocá un tango lerdo
muy lerdo y muy triste que quiero llorar.

Amado monstruo

Lycosthenes, Prodigiorum ac ostentorum chronicon. Fuente BIUM
Amado monstruo
Capítulo I
Está sentado tras una enorme mesa y ni siquiera hace ademán de levantarse cuando entro en el despacho. Se limita a darme la mano. Tiene ojos azul porcelana que armonizan con el color de su corbata, pelo rubio de paja, mejillas sonrosadas y nariz afilada de canónigo intrigante. Su aspecto, en líneas generales, resulta afable. Veremos, sin embargo, qué sucede a partir de ahora. Me invita a tomar asiento, refuerza su sonrisa y se presenta como H.J. Krugger, Director del Departamento de Personal. Habla con un ligero acento extranjero arrastrando las erres y oscureciendo las vocales. Quiere dejar claro desde el principio que los métodos que utiliza para seleccionar a los futuros empleados del Banco son bastante heterodoxos y que nuestra entrevista va a ser bastante larga. Deberé responder a todas las preguntas que me haga, incluso aquellas que puedan parecerme excesivamente íntimas, sin omitir ningún detalle (tampoco los más insignificantes) porque en cualquiera de esos detalles puede esconderse el dato revelador. Tiene mi expediente sobre la mesa, pero me pide que le repita algunos datos personales.
Llegó, pués, el gran momento. Le digo que me llamo Juan D., que he cumplido ya los treinta años, que perdí a mi padre cuando yo era todavía un niño y que vivo con una madre que me idolatra, pero que me hace la vida imposible.
Krugger consulta brevemente el expediente y pregunta cómo es posible que ni siquiera terminase mis estudios primarios. Le digo que mi madre me sacó de la escuela antes de que cumpliese los ocho años, para librarme de los otros niños, que se complacían rompiéndome los cuadernos y pinchándome con los compases. A partir de entonces, fué ella la que cuidó personalmente de mi educación, siguiendo los mismos libros de texto que hubiese utilizado en la escuela, pero dándoles tal vez una interpretación bastante personal.
Se interesa por mi último empleo. Una pregunta de rigor. Le confieso que no he trabajado nunca y se maravilla de que, en estos tiempos que corren, pueda existir un hombre que haya sobrevivido treinta años sin necesidad de trabajar. Replico diciéndole que no se sorprendería tanto si conociese la obsesión de mi madre por tenerme constantemente pegado a sus faldas. En cierto modo (le digo) ella es la culpable de que no haya trabajado antes.
Empieza a comprender que mi madre juega un importante papel en mi vida. Carraspea, arquea las cejas y enciende un cigarrillo. Quiere conocer las razones que me impulsaron a escribirles. Las páginas de los diarios están llenas de ofertas de empleo. ¿Por qué les elegí precisamente a ellos?
Amado monstruo
Javier Tomeo

viernes, 8 de mayo de 2009

Huecos negros en el espacio

Too Close to a Black Hole (Detalle). Fuente APOD 2002 September 8
A Brief History of Time
CHAPTER 6
BLACK HOLES
The term black hole is of very recent origin. It was coined in 1969 by the American scientist John Wheeler as a graphic description of an idea that goes back at least two hundred years, to a time when there were two theories about light: one, which Newton favored, was that it was composed of particles; the other was that it was made of waves. We now know that really both theories are correct. By the wave/particle duality of quantum mechanics, light can be regarded as both a wave and a particle. Under the theory that light is made up of waves, it was not clear how it would respond to gravity. But if light is composed of particles, one might expect them to be affected by gravity in the same way that cannonballs, rockets, and planets are. At first people thought that particles of light traveled infinitely fast, so gravity would not have been able to slow them down, but the discovery by Roemer that light travels at a finite speed meant that gravity might have an important effect.
On this assumption, a Cambridge don, John Michell, wrote a paper in 1783 in the Philosophical Transactions of the Royal Society of London in which he pointed out that a star that was sufficiently massive and compact would have such a strong gravitational field that light could not escape: any light emitted from the surface of the star would be dragged back by the star’s gravitational attraction before it could get very far. Michell suggested that there might be a large number of stars like this. Although we would not be able to see them because the light from them would not reach us, we would still feel their gravitational attraction. Such objects are what we now call black holes, because that is what they are: black voids in space.

Historia del Tiempo
Capítulo 6
Los Agujeros Negros
El término agujero negro tiene un origen muy reciente. Fue acuñado en 1969 por el científico norteamericano John Wheeler como la descripción gráfica de una idea que se remonta hacia atrás un mínimo de doscientos años, a una época en que había dos teorías sobre la luz: una, preferida por Newton, que suponía que la luz estaba compuesta por partículas, y la otra que asuma que estaba formada por ondas. Hoy en día, sabemos que ambas teorías son correctas. Debido a la dualidad onda/ corpúsculo de la mecánica cuántica, la luz puede ser considerada como una onda y como una partícula. En la teoría que la luz estaba formada por ondas, no quedaba claro como respondería ésta ante la gravedad. Pero si la luz estaba compuesta por partículas, se podría esperar que éstas fueran afectadas por la gravedad del mismo modo que lo son las balas, los cohetes y los planetas. Al principio, se pensaba que las partículas de luz viajaban con infinita rapidez, de forma que la gravedad no hubiera sido capaz de frenarías, pero el descubrimiento de Roemer que la luz viaja a una velocidad finita, significó el que la gravedad pudiera tener un efecto importante sobre la luz.
Bajo esta suposición, un catedrático de Cambridge, John Michell, escribió en 1783 un artículo en el Philosophical Transactions of the Royal Society of London en el que señalaba que una estrella que fuera suficientemente masiva y compacta tendría un campo gravitatorio tan intenso que la luz no podría escapar: la luz emitida desde la superficie de la estrella sería arrastrada de vuelta hacia el centro por la atracción gravitatoria de la estrella, antes que pudiera llegar muy lejos. Michell sugirió que podría haber un gran número de estrellas de este tipo. A pesar que no seríamos capaces de verlas porque su luz no nos alcanzaría, sí notaríamos su atracción gravitatoria. Estos objetos son los que hoy en día llamamos agujeros negros, ya que esto es precisamente lo que son: huecos negros en el espacio.
Historia del Tiempo
Stephen Hawking

EL 22 DE AGOSTO DE 1983

Sara Facio. Jorge Luis Borges, en su casa.
Bradley creía que el momento presente es aquel en que el porvenir, que fluye hacia nosotros, se desintegra en el pasado, es decir que el ser es un dejar de ser o, como no sin melancolía, dijo Boileau: Le moment où je parle est déjà loin de moi.
Sea lo que fuere, las vísperas y la cargada memoria son más reales que el presente intangible. Las vísperas del viaje son una preciosa parte del viaje. El nuestro a Europa comenzó, de hecho, anteayer, el 22 de agosto, pero lo prefiguró aquella cena del dieciocho. En un restaurante japonés nos reunimos María Kodama, Alberto Girri, Enrique Pezzoni y yo. La comida era una antología de sabores fugaces que nos llegaban del Oriente. El viaje que nos parecía inmediato, preexistía en el diálogo y en el imprevisto champagne que nos ofreció la dueña del local. A lo singular, para mí, de un sitio japonés en la calle Piedad se unieron las voces y la música de un coro de personas que procedían de Nara o de Kamakura y que celebraban un cumpleaños. Estábamos así en Buenos Aires, en las próximas etapas del viaje y en el recordado y presentido Japón. No olvidaré esa noche.

Atlas
Jorge Luis Borges

jueves, 7 de mayo de 2009

¡Poyejali!

Yuri Gagarin. Fuente:Wikipedia
¡Poyejali!
(Поехали!)

¡Vamos!

Yuri Gagarin
Primer ser humano en viajar al espacio
12 de abril de 1961